La infidelidad puede presentarse en un distintos escenarios según el tipo de personalidad que se tenga. Para muchos es una situación difícil de perdonar, en cambio para otros es algo que puede pasar inadvertido y que no representa una dificultad ni un obstáculo en la relación de pareja.
Y es que ante un evento de tal magnitud, quien se encuentra experimentando eso debe saber que la decisión de perdonar o no al otro afectará de manera directa la composición de dicho vínculo.
El psicólogo Gervasio Díaz Castelli explicó a Infobae que según su experiencia cotidiana lo más común es que la gente "condone" este tipo de actos y haga como si nada hubiese pasado, ya que hacen un análisis multifactorial de quién es el otro y de cómo se comportó a lo largo de toda la relación.
"Hay dos versiones de la infidelidad, cuando hay hijos y cuando no. En líneas generales la gente hace una evaluación general de las actitudes que el que engaña ha tenido a lo largo de esa historia. Me fijo cómo fue ese hombre o esa mujer una que está a mi lado, cómo ha sido con mis hijos, por ejemplo. El resultado final es disculpar después de poner todo en la balanza", asegura Castelli.
Cuando el engaño se hace público la pareja pasa a estar en la mirada de los demás y muchas veces el perdón está condicionado
Y agregó : "Cuando uno perdona hay que hacerlo de corazón sin atormentar. Si vos lo perdonaste no hay lugar para reproches a futuro. Sin embargo, lo más común es el famoso periodo en el que se pasa factura. En algunas personas dura muy poco porque tienen esa grandeza de entender que somos una totalidad y no solo un momento. Hay otras parejas en donde los reclamos continúan y se transforman en algo patológico en donde se busca enloquecer al otro", dice.
Para la psicología "eternizar" los reproches en el tiempo se transforma en un acto enfermizo. La raíz de esto tendría su explicación en la infancia temprana de quienes tuvieron conflictos relacionados a la infidelidad por parte de sus progenitores.
"Cuando se rastrea en la gente la causa real, se da cuenta de que estas personalidades provienen de familias en donde el no perdonar era algo que venía de papá y mamá. Esto parte de un sufrimiento muy importante", detalló el especialista.
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