La unión matrimonial es, sin duda, un cambio grande para la vida de la pareja. Si bien ya no tiene la misma entidad actualmente, es un compromiso, un hito en su historia, un antes y un después para la relación. Pero, de acuerdo con una nueva investigación, también para la personalidad de los recién casados.
Según el estudio, luego del matrimonio los involucrados se transforman en personas más indulgentes y aumentan la capacidad de autocontrol. Los investigadores de la Universidad de Tilburg en los Países Bajos argumentan que estas dos cualidades son fundamentales para el funcionamiento de un matrimonio feliz: el autocontrol limita la cantidad de enojos con la pareja, mientras que la indulgencia ayuda a poder dejarlo atrás cuando surge una discusión.
Para arribar a esa conclusión, analizaron el comportamiento de 200 recién casados a quienes se les mostró una serie de afirmaciones sobre el perdón y el autocontrol tres meses después de su boda. Había frases como "cuando mi pareja me hace daño, yo opto por perdonar y olvidar" o "soy bueno a la hora de resistir la tentación".
En el experimento se pedía a los participantes que dijeran hasta qué punto estaban de acuerdo con dichas afirmaciones y, cuatro años después, las parejas tenían que repetir la prueba con las mismas frases. Así fue que descubrieron que las parejas incrementaron tanto su autocontrol como su indulgencia después de cuatro años de matrimonio.
"Con esta investigación pretendíamos demostrar que el matrimonio puede servir como base de entrenamiento para el autocontrol y el perdón", explicaron los autores. "Los descubrimientos actuales muestran que estos aspectos aumentan en los primeros cuatro años de matrimonio. Puede que la fase inicial del matrimonio ofrezca el contexto ideal para que se desarrollen el autocontrol y el perdón".
Para explicar el cambio en el comportamiento, los investigadores apuntan a un estudio previo publicado en el Journal of Social and Personal Relationships donde se sugería que el perdón aumenta con el tiempo, a medida que el compromiso se afianza.
"Conforme las parejas empiezan a valorar más su relación, refuerzan su vínculo con su compañero/a y adoptan una perspectiva más a largo plazo con respecto a la relación, es probable que se motiven más y tengan más facilidad para perdonar", indicaron los autores. "La tendencia a perdonar también puede incrementarse porque el comportamiento indulgente de uno se retroalimenta con el del otro, de forma directa o indirecta. El perdón lleva a un mejor clima en la relación, bajando los niveles de agresión y el riesgo de infracciones futuras".
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