Los estudiantes festejan, la gente gana la calle, la piel se expone, la naturaleza recupera su color, los días se hacen más largos y la noche más amena, el sol se vuelve un afrodisíaco y antidepresivo natural, el calor se hace soportable e invita. Vuelve la primavera y con ella la escena renueva su energía. Su analogía con conceptos como enamoramiento, romanticismo, sensualidad soporta una revolución emocional, hormonal y biológica en la población. Este sentimiento tal vez abstracto tiene su respaldo científico.
La Universidad Médica de Graz, en Austria, realizó un estudio con 2.299 hombres que explica por qué la primavera es "la estación del amor". Su regreso supone un aumento de las horas de luz, la exposición de la piel a los rayos solares, y, por lo tanto, la secreción de la vitamina D. La investigación reveló que los voluntarios con altos índices de vitamina D presentaron un mayor nivel de testosterona –la hormona sexual masculina–. En consecuencia, experimentaron un incremento voraz en la libido.
"Las emociones placenteras y el deseo sexual se encienden en las estaciones estivales. Motivación, hedonismo, entusiasmo, intensidad y una reducción del estrés son algunas de sus condiciones favorables. Ya se ha probado que el sol activa la secreción de neurotransmisores como la serotonina y dopamina que resultan proclives para el encuentro amoroso; y otras investigaciones recientes comprobaron que los niveles de testosterona aumentan considerablemente en estas épocas", explicó Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo (MN 74.794).
La primavera propicia el momento. El cuerpo humano recibe estímulos sensoriales que promueven y estimulan el deseo sexual. En los meses calurosos aumenta la producción de hormonas como feromonas y melatonina, cruciales para la activación sexual del organismo. La exposición a la luz promociona la secreción de endorfinas en ambos sexos. Estos neuropéptidos alivian el estrés, despiertan el ánimo y estimulan la respuesta sexual. No es extraño, entonces, que los países con temperaturas más cálidas tengan poblaciones más eróticas y pasionales.
Algunas estadísticas globales sustentan la sentencia que vincula a la primavera con el deseo sexual. La revista Archives of Sexual Behavior registró mayor circulación en las búsquedas en Google sobre sitios de citas durante los meses más calurosos del año. Durante las vacaciones de verano, publicaciones científicas revelaron incrementos significativos en los niveles de actividad sexual en los Estados Unidos.
Consultado por Infobae, Ariel Peralta Aliano, brand manager de Prime, explicó cómo responde la industria al estímulo hormonal: "Del lado del consumo, no hay una estacionalidad. No se venden más preservativos por una cuestión temporal como puede ser con la cerveza o los protectores solares en verano". Aunque reconoció que para el día de la primavera se vendió en cinco días la misma cantidad de productos que comercializaron en todo agosto. Agregó que lo mismo ocurre en el Día de los Enamorados ante ciertas variaciones en el precio u ofertas.
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