El Holocausto, la dictadura argentina, los genocidios del siglo XX son acontecimientos que convocan a una reflexión sobre el pasado pero que pueden también invitar a reflexionar sobre la discriminación y la violencia en la actualidad. Y la educación es la rama fundamental para ello.
Bajo este idea se llevó a cabo el "Seminario Internacional: Experiencias significativas en el desafío de enseñar el Holocausto y los Genocidios en el siglo XXI", cuyo propósito es fomentar el trabajo que se desarrolla desde los Estados y las organizaciones de la sociedad civil para promover acciones educativas por la Memoria, los derechos humanos y la formación ciudadana.
La agenda del evento incluyó la posibilidad de intercambiar experiencias educativas de diferentes partes del mundo, con organismos estatales, de la sociedad civil e internacionales. Entre ayer y hoy, el programa comprendió una serie de conferencias, testimonios, talleres, muestra de artes, dos obras de teatro y visitas a sitios de Memoria.
El acontecimiento se llevó adelante en distintas sedes: la casa de Ana Frank, el Museo "Sitio de la Memoria ESMA" y el Palacio Sarmiento, donde se realizó el acto inaugural. En la apertura estuvieron presentes el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, junto con el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, el director del Centro Ana Frank Argentina, Héctor Shalom y el representante de UNESCO, Karel Fracapane.
"Me gustaría que la marca que diferenciara a la Argentina fuese la diversidad. Que la Argentina fuese un país diverso, que toda persona de cualquier parte del mundo, cualquiera sea el credo al que pertenece, sus ideas políticas, su condición cultural, el color de su piel, su condición sexual, viniese a nuestro país y se sintiera cómodo. Me gustaría que la Argentina fuera un país donde todos respetáramos nuestra condición humana. La diversidad nos enriquece y el distinto nos fortalece porque aprendemos de él", expresó el titular de la cartera educativa.
"Cuando educamos transmitimos el legado para las próximas generaciones. Y los derechos humanos, el respecto a la diversidad, al otro lo tenemos que tener tan incorporado que debe formar parte de esa cultura que la educación transmite hacia futuro", añadió el también Ministro y Embajador del país ante la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA).
Por su parte Avruj destacó: "El testimonio de los sobrevivientes es un arma fundamental en la transmisión de la memoria". Y agregó: "Corresponde ahondar sobre qué lecciones nos deja el pasado para poder ser más que maestros y convertirnos en mensajeros".
En tanto, Shalom dijo que desde su espacio abogan por "la pedagogía y la memoria como un lugar en el que es posible de lo más cruel de la historia extraer los aprendizajes para tener una visión del futuro positiva y esperanzadora". Y Fracapane comentó: "En la UNESCO creemos que el conocimiento es una herramienta para la paz. Por lo mismo es importante enseñar sobre el Holocausto y la historia de los genocidios: estos exponen la fragilidad nuestras sociedades, de nuestras normas y valores democráticos".
Estas jornadas se desarrollaron en el marco del compromiso que la Argentina sostiene como miembro de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA). Participaron alrededor de 100 personas, entre integrantes de equipos educativos, referentes, docentes especializados en proyectos de memoria, entre otros. Y además de los especialistas locales, llegaron representantes de Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Alemania y Holanda.
LEA MÁS:
Nuevos métodos de educación: por qué el "sistema" los mira con desconfianza
Jaque estructural: cuáles son las propuestas innovadoras para mejorar la educación
Millennials y educación: cómo sus usos culturales crean un nuevo paradigma