¿Qué pasa en el Delta? El misterio de "El Ojo", la isla circular que se mueve sola

Entre Zárate y Campana, descubrieron hace un año un pequeño anillo que gira sobre su propio eje y esconde múltiples historias paranormales. Sergio Neuspiller, director de cine y su descubridor, detalló a Infobae las teorías y enigmas vigentes

En el medio del rodaje, los planes cambiaron. Habían empezado a filmar en el Delta del Paraná interesados por los relatos de los lugareños. Historias paranormales y ufológicas que rodeaban la zona y servían como materia prima de una película de género, una película de terror. En el mismo momento en que marcaba las locaciones, a través de Google Maps, en las que tendría que grabar, se topó, sin proponérselo, con El Ojo.

"No lo buscaba. Ni siquiera sabía que existía. En el medio de la isla donde los pescadores y vecinos contaban historias paranormales, encontramos esta formación. Imaginate cómo nos llamó la atención", le contó a Infobae Sergio Neuspiller, director de cine. "La gente que vivía en la isla no sabía que El Ojo estaba en la parte de atrás de su jardín".

Una imagen aérea de El Ojo, dos círculos perfectos

El Ojo, en pocas palabras, es una pequeña isla circular en el Delta que se mueve sola. Es un círculo perfecto, rodeado de un anillo mayor de 120 metros de diámetro, que gira sobre su propio eje. En el medio, tan solo una delgada capa de agua. Nadie sabe cómo se formó, ni desde cuándo gira, ni mucho menos por qué lo hace.

Lo que sí se sabe es que al menos desde hace 30 años que existe y se mueve. Quizás mucho tiempo más. Entonces, ¿por qué nadie lo detectó antes? "Sabiendo las coordenadas, cualquiera lo puede observar. Lo que pasa es que el círculo no es tan grande. Son 120 metros y si no lo buscás específicamente, no lo encontrás. En las fotos satelitales, parece nada más que una manchita", respondió Neuspiller.

El hallazgo en la intersección de Campana y Zárate trastocó la idea inicial del documental. En El Ojo estaba la verdadera historia a contar. Pese a que la recaudación colectiva no prosperó, la isla acaparó interés en distintas partes del mundo y el film continúa en desarrollo. Productoras internacionales se acercan a desmitificar el círculo de tierra flotante y deben cambiar sus planes al notar que es cierto, que no hay trucos. El Ojo se mueve solo.

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— El ojo Project (@OjoProject) September 19, 2016

Las expediciones y sus resultados

Había mucho por explorar, demasiado por descubrir. A los pocos días de la detección, Neuspiller y su equipo fueron al encuentro de El Ojo. En la primera expedición no llegaron. Fueron sobrecargados de equipos: distintos detectores, analizadores de espectros, sensores para rastrear metales, cámaras, micrófonos.

La ilusión era encontrar restos de una nave, indicios de fenómenos paranormales. "Soñábamos con eso. Con Expedientes Secretos X", dijo un poco en broma, un poco en serio. En la segunda expedición, erraron el camino y se toparon con una zona pantanosa. Tampoco pudieron. La tercera fue la vencida.

El primer golpe de vista fue decepción. Hasta ese entonces, barajaban dos teorías un tanto descabelladas: una de ellas decía que se trataba de una construcción de la última dictadura militar, "como una especie de prueba de algún tipo de arma". La otra aseguraba que era el impacto de una nave extraterrestre. "Nos mandaron un montón de imágenes de una nave que se había estrellado en esa zona y tenía forma de anillo. Entonces podía ser", comentó el director.

El agua de El Ojo es mucho más fría que en los alrededores

Además, descartaron un sinfín de teorías conspiranoides que recibieron de parte de aficionados. Desde una base que creó Hitler en un pacto alienígena después de la Segunda Guerra Mundial hasta numerosas hipótesis de portal que conduce a un más allá. Según Neuspiller, la de mayor asidero en ese terreno es la que propone un vórtice de energía; líneas de poder que confluyen en el centro de la isla.

Al final, las primeras investigaciones se decantan por una formación natural. "Es una especie de embalsado, una formación de plantas", explicó. "Puede que haya sido una laguna de la cual se desprendió una pequeña cantidad de plantas flotantes que crecieron y agrandaron el círculo. En un momento, hay un equilibrio entre lo que el círculo crece y se desgasta al colisionar contra el círculo externo que lo contiene", agregó.

No saben cómo mantiene su formación constante

Esa es la explicación más firme hasta hoy. Sin embargo, quedan un par de interrogantes que la teoría no responde. Primero, la estabilidad. "Se presenta tanto en primavera-verano cuando las plantas crecen como en invierno. La lógica sería que en invierno, al no haber crecimiento de plantas, el círculo se desgaste por su movimiento, con lo cual el anillo de agua debería ser más grande y el de plantas, más pequeño", señaló Neuspiller.

La otra cuestión a resolver es cómo fue capaz de mantener esa forma y tamaño perfectos a pesar de existir hace más de 30 años. Soportó inundaciones, incendios y nunca se deformó ni siquiera un poco. Desde que se tienen imágenes, siempre fue ese círculo cabal que choca contra los costados y no deja de girar.

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