Por Juan Dillon
El libro "Víctimas de la moda" del sociólogo Guillaume Erner, explica que: "La industria de la moda, especialmente en Francia y EEUU, se convirtió a partir de finales del siglo XIX en una especie de legión extranjera susceptible de servir como refugio para individuos víctimas de la hostilidad, inmigrantes, judíos, homosexuales o mujeres que decidieron trabajar de manera autónoma".
¿Estereotipo comercial o realidad aceptada? Más allá de lo que pueda sonar cliché, la moda es el ejemplo más recurrente de la influencia gay en la cultura y la estética. Esta identidad crea tendencias que, luego, mujeres y hombres trendy consumen, imitan y aceptan como algo de todos los días. Quizás porque lo estético, lo sensible y lo bonito son espacios capaces de convertir la diferencia en creación, hoy son el colectivo cultor del buen gusto.
¿Y quienes mejores para marcar tendencias que aquellos que ignoran los códigos de lo convenido cuando el sistema alguna vez los consideró no convenientes? Ciudades, marcas, diseños, artistas que imponen estilos son atravesados por estímulos, ideas innovadoras, sin reglas ni prejuicios, algo que pareciera que puede anticipar con cierta exclusividad un hombre gay.
"Si lo tiene un hombre gay es porque está de moda".
Puede que esta frase sea una referencia bastante habitual para tratarse de una recomendación de un lugar, un marca de ropa o una playa para descubrir.
Hay detrás de lo que suelen ser estas mentes inquietas, una cuestión aspiracional. Observan lo que salió, lo nuevo, anticipan las tendencias, en especial en cuanto a la vestimenta.
Grandes marcas como Versace, Chanel, Gucci, Tom Ford, Balmain, Marc Jacobs, Prada son accesibles para la minoría. Karl Lagerfeld, que ha tenido entre sus creativos al talentoso argentino Ariel Estanga, se suma a una lista que tiene a diseñadores de vanguardia a la altura de Alexander Wang, Raf Simons o J.W. Anderson. También Sandro, Lanvin o Vetements, esta última imponiendo la moda del "literal dressing", que llama la atención con jeans con cierres o cremalleras puestos en la mitad de la cola.
Pero que estén al alcance de pocos no impide que estas grandes casas marquen tendencia y luego se replique en colecciones de tiendas departamentales o marcas masivas. Claros ejemplos son Zara y H&M. Lo importante es ir a la moda. Algo más de nicho, los diseños de Wapo Wear, Marco Marco, XXX, Andrew Christian, ES Collection.
Mirando a Brasil, sin dudas la deseada es Osklen. Con presencia destacada en Río de Janeiro y San Pablo, propone diseños monocromáticos, un look casual, confeccionados con cortes discretos y tejidos ligeros. La inspiración local tiene nombres como El Burgués, Garçon García, AY Not Dead, y hasta Etiqueta Negra o la joven Malibu Outfitters.
Lo mismo pasa, por ejemplo, con los perfumes. Hoy se eligen fragancias "boutique", es decir aquellas que se consiguen en tiendas específicas y que difícilmente tengan lugar en los escaparates de un free shop. El querer tener algo que es "único" se ve como tendencia. Integran este selecto grupo ediciones exquisitas de Acqua di Parma, Maison Francis Kurkdjian, Comme des Garçons, Frédéric malle o Creed perfume, entre los más atractivos.
Viajes de alta gama
El segmento gay representa el 15% del gasto mundial en turismo. Su situación "double income no kids" doble ingreso sin hijos) de gran parte de esta comunidad hace que gasten en viajes un 60% por encima de otros hogares. Según estimaciones de la World Travel and Tourism Council, el desembolso anual del viajero gay por el mundo puede sumar 200 mil millones de dólares.
De acuerdo a un estudio de Community Marketing, el 45% está compuesto por profesionales o ejecutivos, y muchos otros son dueños de sus propias empresas. Si bien consumen más, también son más exigentes, sofisticados, lo que genera un estándar de calidad alto en bienes de consumo y servicios relacionados con el lifestyle de vanguardia.
Al hombre gay siempre les gusta ir a los lugares que están de moda. Si se pone de moda Croacia, todo el mundo googlea Brac y Hvar, dos islas exclusivísimas de Croacia. Lo mismo con Cerdeña y Córcega o el sudeste asiático. Son de querer conocer los lugares "del momento". Pero también están aquellos que se diferencian con lo exótico. Diferenciarse puede ser recorrer Bután, Azerbaiyán, la zona del Kurdistán, e incluso Beirut. Si de vivir una experiencia única se trata, Faroe Islands, un pequeño archipiélago en el Atlántico Norte, entre Escocia, Noruega e Islandia, está en la bitácora de las excentricidades.
De moda en los últimos años, aunque con clara necesidad de solidez financiera, la propuesta es juntar a un grupo de amigos y alquilar un yate para recorrer diferentes lugares. Las rutas más elegidas son: las islas griegas, Croacia, Cerdeña y Córcega, y las Islas Baleares. Hay diferentes opciones de embarcaciones. Un barco modelo Lagoon 500 con capacidad 10 pax, por una semana en Córcega y Cerdeña cuesta, aproximadamente, 13.000 euros.
Paradas obligadas
El acontecimiento anual más importante en Río de Janeiro, después de su mundialmente conocido carnaval, es la "reveillon". Se trata de una multitudinaria fiesta de nochevieja que se organiza en la playa de Copacabana a la que acuden alrededor de 2 millones de personas para dar la bienvenida al año nuevo. El público gay ahí tiene encuentro obligado.
El día comienza sobre las playas de Ipanema a la altura del puesto 9. Sin embargo, para aquellos más "cool", habrá que correrse unos metros hacia la zona de Leblon. Son inexcusables los atardeceres de Ipanema desde la sofisticada vista del rooftop del Hotel Fasano, probar alguna caipiriña por Rua Farme de Amoedo o empezar la noche comiendo en Olympe sobre rua Custódio Serrao. Cuidadosos de su cuerpo también en vacaciones, la elección es hacer gimnasia en el exclusivo Smart Fit sobre Visconde de Pirajá.
La noche es en The Week, sin dudas una de las mejores discos y fiestas de todo el continente. Para cerrar el año, además de los DJs residentes, se destacan Abel, Phil Romano o Paulo Pacheco, un line up que mueve a viajeros de todo el mundo. Los accesos pueden salir más de 100 dólares, en especial si no se adquieren con anticipación.
En junio, Tel Aviv es única y muy especial. En 2011 fue declarada "Mejor Ciudad Gay", convirtiéndola en un auténtico oasis en Medio Oriente. El clima cálido, su cultura y la gran oferta de vida nocturna hacen que tenga todo el potencial y un gran apoyo del ayuntamiento para sorprender y emocionar. Su Forever Tel Aviv, el Pride local, reúne en el parque Mei para el Orgullo, y en vísperas del sabbath, a una multitud que puede llegar a los 200 mil visitantes.
Pero no solo atrapa por la fiesta. La cultura la rodea. De dónde vienen, sus costumbres, la influencia del judaísmo, el cristianismo y el islam, hacen de esta ciudad un destino impresionante. Un recorrido por Jerusalén y flotar en el Mar Muerto están entre los impostergables del viaje. El dato llamativo es que Israel además ha dado a los DJs más seguidos entre el público gay: Offer Nissim, Aron, Sagi Kariv, por nombrar algunos. La historia de Offer Nissim merecería un pasaje especial. Hoy es DJ de celebridades en todo el mundo, habiendo tocado para Jennifer López o Christina Aguilera.
La ciudad de vanguardia es sin dudas Berlín. Muchos la cuentan cómo la capital mundial de la música electrónica y, por qué no, del fetichismo. La capital alemana muestra su lado más salvaje y por eso quizás tiene las discos más intensas del planeta. Una vez que se llega al distrito de Kreuzberg, todos quieren quedar "sellados" por haber sido aceptados para ingresar a Berghain, una antigua central eléctrica convertida en disco. Ahí mismo, en el viejo este de Berlín, se encuentra el cruise club Lab-oratory. Moderna como pocas, además ya cuenta con dos hoteles Axel, la cadena hotelera gay más reconocida a nivel internacional.
Madrid sigue siendo la ciudad por excelencia. Para la fiesta del Orgullo en julio de este año recibió a 1 millón y medio de personas. Capital mundial del Gay Pride 2017, es parada obligada, con barrios como Chueca, museos increíbles, parques bellos, lugares como Kluster o la coqueta terraza del Hotel Óscar.
Sus calles Hortaleza o Fuencarral son recorridos peatonales inevitables. Suma espacios cooperativos de creaciones escénicas, al estilo de DT, con ciclos que atienden a distintos colectivos sociales. Madrid cuenta hasta con gimnasios luxury como Gymage que permiten hacerla sobresalir. Tan vigente, se podrían escribir varias hojas acerca de la capital ibérica, la de la apertura mental, cultural y a la diversidad.
Infinita sigue siendo Ibiza. Situada en pleno Mediterráneo, junto a Mallorca, Menorca y Formentera, compone la comunidad autónoma de las Islas Baleares. El ritmo que imprime ha permitido que se convierta en un referente a nivel mundial para disfrutar de grandes experiencias en un escenario idílico, algo que el público gay ha sabido impulsar y aprovechar.
Ses Salines es la playa por excelencia, no sólo porque se encuentra en un Parque Natural, protegida por una corona de dunas, sino porque en esta zona se aprecia con especial intensidad la pureza y transparencia de las aguas. Todos llevan en agenda una parada en Experimental Beach. Cala d´Hort y Cala Jondal son otros paradores exclusivos, elegidos por sus chiringuitos y hasta por sus vistas que buscan monetizar para sus casas los ricos europeos. Restaurantes pueden ser Heart, la Dispensa o Blue Marlin. Por el lado de beach clubs: Chiringay. La noche tiene su marcha en Hi Ibiza, Circo loco y Ushuaia. El nuevo Axel Beach Ibiza abrió recientemente sus puertas, situado en la Bahía de San Antonio y con un interiorismo de última tendencia, se vende como un hotel gay pero "heterofriendly".
Promediando agosto, pone fin al verano europeo Mykonos. Considerada la Ibiza del Egeo, la isla es uno de los lugares más gay friendly del planeta. Su indiscutible fama por su vida nocturna hace que sea considerada la capital de la transgresión. Scorpios Beach o Panormos Beach Principote son puntos de descanso obligado para el turismo gay, en especial si la noche anterior terminó muy tarde por coincidir el viaje con el "Xlsior Festival Mykonos".
Desde allí, muchos deciden hacer posta en Santorini, donde la tendencia es quedarse en Oía. Allí hay decenas de hoteles boutique con sus habitaciones en forma de cueva, aunque con precios exorbitantes. Los desayunos suelen servirse desde balcones con vista a la Caldera de Santorini.
Barcelona, Ámsterdam, Londres, San Pablo, Lisboa, Miami, Budapest, y sin dudas Buenos Aires, merecerían otra crónica para detallar sus enormes virtudes y las tendencias que estas generan.
Fiestas con sello propio
Eliad Cohen reniega de reconocerse un ícono de la comunidad gay internacional. "En realidad no me veo como un ícono gay o como un famoso", contó en diálogo con Infobae. Sin embargo ha conseguido montar a su alrededor un negocio que le permite vender miles de entradas cada vez que organiza una de su famosa "Papa Party" en ciudades como Nueva York, Río de Janeiro, Los Ángeles, París o Madrid.
Eliad nació en Acre, una pequeña ciudad al norte de Israel, un país donde alistarse en el Ejército es obligatorio cuando se cumplen los 18 años. Eliad sirvió durante largo tiempo a su país, mientras estaba de novio con una joven israelí. "Mi vida cambió totalmente al mudarme a Tel Aviv", explicó. Allí decidió seguir la carrera de modelo, lo que le permitió ser portada en una guía gay y desde ese momento convertirse en un indiscutido referente de la comunidad.
"Parte de la libertad de ser gay es la capacidad de expresarnos y ser creativos sin temor al juicio de los otros. Como comunidad hemos aprendido a aceptar a todos como son y como cada uno elige ser". Esto según Eliad permite esa visión de personas innovadoras, líderes en sus campos y pensadores avanzados.
Víctor Pallas es el empresario español más reconocido entre el público gay internacional. Desde hace 20 años monta las fiestas tematizadas que marcan tendencia, con las ideas más recurrentes, originales e innovadores.
No cree en el gay como estereotipo de lo estético. En diálogo con Infobae, contó: "Me parece al día de hoy que sigue habiendo un poco de estereotipo, si bien grandes diseñadores y creadores son gays. Creo que el buen gusto y la estética está en todo y en todos. No hay aspiraciones gay o heterosexuales, hay deseos humanos". Sin embargo, admite que hay cierta atracción, dado el tiempo y algo más de dinero, por cuestiones relacionadas con el buen gusto o consumo de bienes culturales. "Estamos muchas veces influenciados por la moda, los cantantes, videos musicales, la arquitectura y el diseño".
Su fiesta, WE Party, intenta divertir ante todo. "Crear atmósferas nuevas, donde el público sienta algo más que solo la música", destacó el valenciano. Su equipo creativo es la clave del éxito y tener la oportunidad de estar en importantes e inmensos clubs donde desarrollar sus fantasías. Actualmente, cuenta con 14 fiestas anuales en Madrid; dos festivales propios y un tour internacional en más de 50 ciudades del mundo: WE On Tour.
¿Porque Buenos Aires ha sido esquiva para poder lograr este circuito de fiestas como la WE Party? "Intentamos en varias ocasiones trabajar con algún promotor local y pensamos que por motivos de cambio de moneda no ha sido posible llegar a acuerdos. Estaríamos encantados en poder estar en Buenos Aires", aseguró.
La moda, lo estético, la búsqueda de la tendencia, además de ser en muchos casos un pasatiempo, se transforma en trinchera donde muchos sienten estar libres de culpa. En el mundo siguen pasando cosas. Sigue habiendo escalones. Palizas, prohibiciones y censuras. Protestas de aquellos que gritan porque se enfadan reclamando desfiles heterosexuales. A veces hay muchos gritos y otras tantas demasiados silencios.
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