Cada relación es un mundo. Cada pareja tiene sus mañas, sus costumbres y su propia historia de amor. Saber si es duradera o no a veces es un tema que desvela, pero hay señales para poder descifrar esta incógnita.
Diego Luparello, psicoanalista y ex-presidente del Claustro de analistas en formación de la APA, contó en detalle a Infobae la importancia de un grupo heterogéneo de señales, con un denominador común entre ellos.
"Es difícil 'saber' cuando una persona encuentra a su otro, al menos un otro que vaya más allá de la atracción sexual. Una pareja forma parte de un proceso, y es una construcción obviamente sostenida por el erotismo y la piel, pero inmersa en un proceso que requiere confianza, tolerancia y respeto", explicó.
Cuáles son algunas de las señales que actúan como indicadores necesarios para comprender el motivo de la duración de un vínculo:
Confían en el otro
Con confianza una relación puede soportar los mayores desafíos. Se cree que cuando un compañero logra abrirse, es fundamental no romper su confianza. Esto significa no burlarse de sus secretos más vergonzosos, incluso durante una pelea.
Tienen metas similares
Se encuentran soñando aspectos similares para su futuro. Piensan en su relación, en la vida, el matrimonio, los niños y el trabajo.
Mantienen intimidad
Dicen que el número de veces que una pareja tiene sexo prueba qué tan feliz o infeliz son en su matrimonio… Pero la intimidad física viene en muchas formas importantes por igual. La forma más leve de afecto puede mantener una relación fuerte, ya sea un beso en la mejilla o un mensaje a mitad del día.
Saben cómo comunicarse de manera saludable
Las parejas que llevan tiempo juntos, desarrollan su propia forma de comunicarse, incluso a través gestos. Son capaces de comunicar abiertamente sus sentimientos, deseos y opiniones. Se entienden mejor y tienen más intimidad.
Pueden admitir cuando se equivocan
Quien ama a su pareja se llevará un golpe al orgullo si eso significa dejar de discutir.
Sentirse como uno mismo
Al principio, las parejas buscan mantener en secreto sus actitudes más 'raras'. Luego, cuando se sienten más cómodos con el otro logran amarse por lo que en verdad son.
No buscan cambiar nada del otro
Cuando se enamoran de todos los aspectos de esa persona. "Un vínculo amoroso, una pareja, es desafiada por una especie de carrera vertiginosa por el éxito o la felicidad . Se presenta la posibilidad de construir un vínculo que nos preste refugio ante las exigencias más crudas, que permita potenciarse uno al otro. Por ejemplo: una pareja debe aprender a convivir con sus propias crisis, ser capaz de soportar cierto nivel de malestar, y de poder hacer algo con ello", agregó el especialista.
Se apoyan en tiempos difíciles
Se cree que si fue capaz de acompañarte durante un momento difícil, esa es la prueba de que lo hará de nuevo, y eso es una muy buena señal.
Aún se gustan cuando están enojados
Es fácil darse cuenta. Ocurre cuando uno aún quiere hablar y estar con el otro, incluso después de una pelea intensa.
Competencia sana
Buscan ser las mejores versiones de sí mismos. Se animan y se empujan mutuamente para alcanzar sus metas. Si uno que la pareja le recuerda todas las cosas que dijo que haría, no hay que enojarse, es una receta para el éxito.
Se ríen a menudo
Reírse y bromear de las cosas pequeñas hace que los malos tiempos sean un poco más fáciles.
No sostienen rencores una vez que terminaron de pelear
Por desgracia, hay peleas que son inevitables. En realidad, es signo de una pareja sólida luchar. Sin embargo, la clave está en dejarlas ir una vez que se hayan terminado. Fundamental: resistirse el deseo de traer eso de nuevo la próxima vez.
"Hay algunos momentos de una pareja que constituyen un profundo desafío. La convivencia, la rutina, el deslizamiento a perderse el mutuo respeto, la tentación de convertir una relación en una puja de poder, entre otros. Algunos de estos factores atentan contra la salud del vínculo", advirtió el psicoanalista.
Saber lo que la pareja necesita y respetarlo
Es necesario entender lo que la pareja necesita sin tener que pedírselo. Las personas que comprenden las necesidades de sus socios son más eficaces en la comunicación y en el compromiso.
"Existen parejas que siguen experimentando aquellas emociones que los enamoraron en un inicio. A veces porque han sido capaces de cuidar ciertos lugares en común, ciertas momentos íntimos y propios. Otras parejas han sido capaces de ir transformando aquellas emociones en otras nuevas, creciendo juntos, renovando una y otra vez el pacto en común", concluyó.
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