La calle Arroyo no es un sitio parecido a ningún otro. Es una de las zonas más glam de la ciudad de Buenos Aires. A pesar de que en sus comienzos fue un área descampada con el Río de la Plata, con el correr de los años fue cambiando y transformando su fisonomía según fue evolucionando la cultura y la sociedad local.
Sin embargo, durante el siglo XX fue perdiendo "terreno" y debido a la construcción de la Avenida 9 de Julio. Su extensión se vio modificada y perdió una cuadra. Años más tarde, fue testigo del atentado contra la Embajada de Israel. Posteriormente, se fue poblando poco a poco de embajadas y finalmente en los 90 fue el epicentro del arte.
Galerías y casas de antigüedades fueron las protagonistas de esta mítica calle. A esto se sumó el Hotel Sofitel, que aportó un giro de 180°. La compañía recicló y generó una puesta en valor del histórico edificio Mihanovich. Además, el hotel abrió sus puertas tanto a huéspedes como a visitantes, quienes fueron invitados con un especial Happy Hour del clásico Coctel Bellini, en su emblemático Café Arroyo.
Constantemente fue transformándose y reinventándose a sí mismo. El arte, su mejor aliado, tuvo mucho que ver con esto. De la mano de DArA, la Asociación de Diseñadores Argentinos Asociados, la calle Arroyo fue la sede de la creatividad este sábado por la tarde, con una puesta a puro color que convocó a los porteños a transformar un día gris en una verdadera fiesta con todo el glamour.
Diseñadores de interiores y de indumentaria, artistas plásticos, arquitectos, cocineros y fotógrafos se encargaron de darle vida a la calle porteña más top
Miles de personas se acercaron y disfrutaron de un evento único que reunió lo mejor de este mundo. Las vidrieras de los locales y las fachadas de los edificios más emblemáticos de la zona fueron intervenidos con estructuras móviles realizadas en cartón.
Los museos, embajadas, palacios, hoteles y plazas que se encuentran situadas desde Cerrito hasta Esmeralda demostraron que el talento es uno de los pilares fundamentales cuando de imaginación se trata. Julio Oropel, presidente de DArA, dialogó con Infobae y confesó el motivo de la elección para este 'show del arte'.
"Para este evento elegimos la calle arroyo porque es emblemática. Cuenta con edificios de mucho valor arquitectónico como el Palacio Estrugamou, el Palacio Mihanovich, la plaza de la Embajada de Israel, la Embajada de Francia y el Museo Fernández blanco", relató.
"El formato de este evento tuvo como eje central trabajar con un mismo material: el cartón. Nos parece dúctil, variable y además es reciclable. Usar materiales que se puedan reutilizar implica un mensaje implícito, ser conscientes y colaborar para tener un medioambiente mejor", agregó.
El despliegue y los desfiles fueron extraordinarios. Las instalaciones móviles construidas con este elemento invadieron la ciudad y sorprendieron a más de uno. Las rejas de las construcciones más emblemáticas también estaban intervenidas y aportaron alegría al "reestreno" de uno de los sitios con más historia.
Solange Agterberg, integrante de DArA y diseñadora de interiores hablo su instalación 'La Insatisfacción del Ego': "Representa una instalación humana que no busca confrontar contra ella sino que la acepta y la arrastra sometiéndola lentamente hasta que quizás algún día desaparezca".
"La calle fue dinamizada en su totalidad y tuvo actividad constante. La música formó parte esta fiesta, fue el evento ideal para disfrutar, recorrer, mirar e inspirarse con lo mejor del diseño", detalló Oropel.
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