Una actividad tan sencilla como seguir paso a paso una receta, mezclar ingredientes y obtener una masa elástica para amasar, aplastar y estirar, actualmente entretiene durante horas a los niños. En la era de la digitalización, en la que entran en contacto desde muy temprano con las nueva tecnologías, esta conducta lúdica recobra trascendencia.
"Al ver a los chicos jugar el slime nos damos cuenta de que los entretiene, los fascina y los convoca genuinamente", explicó a Infobae Carolina Schutz, licenciada en psicopedagogía (MN 114.481).
Para la especialista, más allá del costado lúdico que entra en juego, es una manera de potenciar diferentes aprendizajes, por ejemplo, "a nivel sensorial a través del reconocimiento de diferentes texturas, tamaños, colores, así como a nivel motor favoreciendo la tonicidad muscular, la motricidad fina, entre otros aspectos", resaltó Schutz.
Por otro lado se destaca la oportunidad para jugar acompañados, involucrando a la familia, amigos y poniendo a prueba la creatividad y la flexibilidad de nuestros chicos.
"Entiendo que el uso de la tecnología es funcional y beneficioso si se la entiende como un complemento de otras propuestas, como el slime en este caso, para favorecer un desarrollo saludable y armonioso de las potencialidades de los niños", agregó Schutz.
La fórmula perfecta sin ingredientes tóxicos
Video: Talisa Tossell
Slime con detergente líquido
Se requiere:
2 recipientes de plástico
150 ml de agua
Tres cucharadas de detergente líquido
Cola blanca
Colorante comestible
Cucharita
Procedimiento:
Paso 1: colocar en uno de los recipientes dos cucharaditas de cola blanca. Agregar tres gotitas de colorante comestible y mezclar todo hasta que se vea uniforme. Para un color más intenso, agregar colorante.
Paso 2: en otro recipiente agregar dos cucharadas de detergente y una de agua y remover hasta que se mezclen.
Paso 3: juntar las dos mezclas y remover hasta que se forme una masa uniforme. Amasar con las manos hasta que tome mejor consistencia.
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