Según una encuesta realizada por el sitio porno YouPorn, el trío es la categoría sexual más buscada por las mujeres. También una de las más solicitadas por los hombres. Otra investigación, publicada en Research Gate por Ashley Thompson y Sandra Byers, que de un relevamiento realizado a 274 individuos heterosexuales de entre 18 y 24 años, el 74% de las personas que aceptarían un trío eran mujeres, mientras que el 24% del total de los hombres encuestados afirmaron haberlo hecho.
Christian Joyal, prestigioso neuropsicólogo canadiense, aseguró que "no es lo mismo imaginarlo que hacerlo. Las mujeres en general distinguen claramente entre la fantasía y la realidad". Son conscientes de que algunas de esas "películas mentales" podrían no ser del todo agradables si se efectuasen en la vida real, ya que muchas están relacionadas con situaciones de subordinación descontroladas".
¿Cómo hacer un trío sin separarse?
La propuesta no incluye a otro ser humano, sino a un robot sexual, quienes carecen de sentimientos y emociones físicas, algo que suele repercutir negativamente en el post. Según Noel Sharkey, presidente de la Fundación de la Robótica Responsable, asegura que estos robots sexuales costarán entre 6 mil y 10 mil euros ($120.000 y $200.000, respectivamente).
"Las parejas pensarán que usarlo y hacer tríos con ellos es una manera segura para la relación, ya que no involucras a otra persona", explicó Sharkey.
Según su estudio, de las cuatro posibles combinaciones, las mujeres encuentran más excitante la posibilidad de acostarse ellas con dos hombres que estar en la cama con una par y un varón o con otras tres personas de diferentes sexos.
¿Buenos o malos?
"Cuando examinamos la cuestión de si los robots sexuales pueden ayudar o no a prevenir los delitos sexuales, hay un gran desacuerdo. Por un lado están quienes creen que expresar deseos sexuales desordenados o criminales con un robot los saciaría hasta el punto que no tendrían que dañar a semejantes. Por otro lado, otros aseguran que esto sería una indulgencia que podría alentarlos y reforzar las prácticas sexuales ilícitas. Podría funcionar para unos pocos, pero es un camino muy peligroso".
"Puede ser que permitir a la gente vivir sus fantasías más oscuras con estos 'cyborg' podría tener un efecto pernicioso sobre la sociedad y las normas sociales, creando multitud de peligros hacia los más vulnerables", concluyó Sharkey.
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