La reina de los Países Bajos, Máxima Zorreguieta, pasó por Buenos Aires este fin de semana en una visita exprés. Delgada y fuera de protocolo visitó a su padre Jorge, de 89 años, quien se encuentra internado en la clínica Fundaleu en estado delicado.
De acuerdo al último parte médico de Fundaleu, redactaco por el doctor Miguel A. Pavlovsky, director médico científico de la entidad, el padre de Máxima se encuentra "con diagnóstico de Linfoma no Hodgkin", "internado en Fundaleu desde hace una semana cursando una infección pulmonar para recibir atención médica de enfermería y antibióticos endovenosos".
Según trascendió, solo estuvo en el país por 24 horas. Arribó en un vuelo de línea el sábado a la madrugrada acompañada de la seguridad real y tras abandonar el centro hospitalario el domingo por la tarde, regresó a Holanda.
En su breve paso por Argentina, estuvo abocada a cuestiones familiares, acompañada por sus hermanas y hermanos. Sus tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane, y su marido no la acompañaron.
No es la primera vez que la soberana debe cambiar sus planes debido a la condición de salud de su padre. Jorge Zorreguieta, bajo tratamiento desde hace años por su leucemia, se habría deteriorado en los últimos días, lo que motivó el viaje relámpago de su hija.
Aunque se la vio preocupada, Máxima no pierde el estilo elegante y refinado. Se la vio con un conjunto de dos piezas en tweed, en tonalidades combinadas en rojo y camel.
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