Los emojis se incorporaron al lenguaje cotidiano hace no muchos años. Fue con la irrupción de los chats -primero a través computadora y después de celulares- que las distintas caritas colaboraron en la expresión de ciertas emociones que la palabra escrita no plasma. Los emojis, en realidad, no son un invento de la modernidad. Así lo demuestra un reciente descubrimiento.
Arqueólogos italianos y turcos trabajan hace siete años en el sur de Turquía, en la frontera con Siria, que fue el hogar de Carchemish, una antigua ciudad hitita. Sin embargo, no fue hasta hace pocos días que se toparon con un jarrón sorprendente con una carita sonriente dibujado sobre la cerámica.
El inusual jarrón era, en su versión original, de color blancuzco. Presenta un cuello corto y delgado, que sigue a un cuerpo ancho y un mango pequeño. La reliquia, encontrada en una cámara de entierro, se utilizó para contener sherbet, una bebida dulce y su origen se remonta hasta 1.700 A.C.
"El rostro sonriente está indudablemente allí (no hay otros rastros de pintura en el frasco) y no tiene paralelos en el antiguo arte cerámico de la zona", dijo a The Independent Nicolo Marchetti, de la Universidad de Bolonia, líder de la investigación.
En un principio, los arqueólogos que exploraron la zona no se dieron cuenta de la carita feliz que allí estaba escrita. No fue hasta que trasladaron el jarrón a un laboratorio para trabajar en su restauración que reconocieron el detalle.
"Probablemente encontramos la sonrisa más antigua del mundo", remarcó Marchetti. Un total de 25 expertos trabajaron en el sitio durante los últimos siete años. Carchemish se emplazaba en la ribera del río Eufrates, entre las hoy poblaciones de Alepo y Gaziantep; las dos ciudades sirias. En uno de sus pasajes, la Biblia la menciona para referirse a una batalla entre Egipto y Babilonia.
Los hititas, el pueblo anatolio que allí vivía, gobernaba un imperio que se extendía desde la Grecia moderna y Egipto hasta Turquía y Siria. Su civilización se derrumbó y desintegró en estados más pequeños durante la Edad de Bronce y terminó por sucumbir al imperio Asiria hacia alrededor de 1.178 A.C..
La antigua jarra "feliz" se exhibirá en el Museo de Arqueología de Gaziantep, en Turquía. De ese modo, los emojis dejarán de ser propiedad exclusiva de las comunicaciones virtuales y pasarán a ser objetos de culto.
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