Generación Z, obsesionados con el dinero y reacios a trabajar en equipo

Conocidos como "post Millenials" o Centennials y nacidos a mediados de los noventa, tuvieron acceso a Internet desde temprana edad. Cómo influyó la tecnología sobre los líderes del futuro que prometen superar a sus antecesores

La nueva generación guarda grandes diferencias con la anterior

Un nuevo libro devela los secretos de la Generación Z, aquellos nacidos a mediados de la década del noventa hasta 2012, influenciados desde el primer momento por los avances tecnológicos que nacieron en los últimos veinte años.

"Gen Z @ Work" de David y su hijo adolescente Jonah Stillman busca explicar en detalle como la próxima generación de líderes transformará la forma en la que se trabaja a nivel mundial. Según los autores, los jóvenes que ingresarán al mercado laboral en los próximos años valoran ante todo los beneficios y seguridad asociados a un puesto de trabajo.

Una población mundial aproximada de 72.8 millones de integrantes de la Generación Z busca diferenciarse de sus antepasados Millenials, quienes debido en parte a tener que adaptarse más entrados en edad a los avances tecnológicos, han sido objeto de incontables criticas y estereotipos gracias a su supuesta predilección por el ocio y su falta de madurez a la hora de encarar proyectos personales y laborales.

El autor ha enfocado su carrera en el estudio generacional y decidió sumar a su última aventura literaria a su hijo Jonah, quien se encuentra cursando sus estudios secundarios. En dialogo con el New York Post Stillman aseguró que al igual que sucedió con los Millenials "la Generación Z también tropezará ante los desafíos" y agregó que con su libro busca ser "un pionero en la conversación sobre qué los hace únicos, destacando de qué maneras coinciden y en cuales chocan con sus antecesores".

El autor asegura que la diversidad y la inclusión en los ámbitos laborales son hoy más importantes que nunca, por lo que resulta fundamental entender la personalidad de cada generación para poder lograr "conectar" de la mejor manera posible con los futuros empleados y clientes.

Stillman destaca que a diferencia de los Millenials, quienes fueron en su mayoría criados bajo el mantra de la colaboración con la idea de alentarlos a encarar los desafíos de manera conjunta para asegurar mejores resultados, sus sucesores cuentan con una mentalidad completamente diferente.

Los jóvenes pertenecientes a la Generación Z fueron educados bajo otro precepto guía, con padres que debido al entorno mucho más competitivo en el que nacieron sus hijos los alentaron desde el primer momento a ser los mejores en lo que hagan, pero fomentando el individualismo ante todo.

Es tal vez por este motivo que no resulta sorprendente que los jóvenes nacidos a mediados de los noventa hoy prefieran trabajar solos antes que hacerlo en equipo, siendo mucho más competitivos que sus antecesores y con el foco puesto en el éxito individual antes que el colectivo o el de la organización para la cual trabajan.

El autor asegura que los "Gen Zers" creen que la mejor manera de resolver algo es tomar personalmente manos en el asunto haciéndose cargo de un proyecto sin depender de otros, dado que inconscientemente piensan que el resultado será el mejor si no existen terceros involucrados.

Mientras que los Millenials impusieron la moda de los espacios abiertos en entornos laborales, donde las oficinas a puertas cerradas pasaron a ser algo casi prohibido, sus sucesores aparentemente prefieren trabajar en soledad desde el hogar o intentan evitar a toda costa las interacciones innecesarias en los sitios de trabajo, las cuales consideran poco productivas.

Otro rasgo fundamental que caracterizó a los Millenials y les significó también ser objeto de incontables reproches es el hecho de que en mayor o menor medida intentaron hacer del mundo un lugar un poco mejor, con una aspiración personal máxima que en la mayoría de los casos superará el simple ingreso salarial o el prestigio que pueda representar un cargo.

Por su parte los miembros de la Generación Z, golpeados a nivel psicológico y económico por la Gran Recesión que explotó a fines de 2008 a nivel mundial en los mercados financieros, hizo que los jóvenes priorizaran ante todo el dinero y la seguridad de un puesto laboral antes que cualquier aspecto filosófico.

"No cabe duda de que ellos también quieren generar un cambio, pero las prioridades son otras" aclaró Stillman, quien asegura que sobrevivir y ser económicamente exitosos es lo más importante para la Generación Z, además de factores como los beneficios de salud, fundamentales para personas que en la mayoría de los casos superarán los 100 años de vida.

El autor también destaca la predilección de la Generación Z por acumular información y conocimiento, con una reticencia a compartirla con sus colegas, algo que ven como una ventaja competitiva frente a sus compañeros de trabajo.

"Ellos buscan ser la mejor versión de si mismos y mejorar constantemente, lo que eventualmente podría llevar a que todos en su entorno quieran lo mismo" compartió Stillman augurando un futuro interesante tanto para empleadores como para los líderes del mañana.

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