En la Argentina, cada diez minutos una adolescente se convierte en mamá

Las estadísticas indican, además, que la mitad de ellas no había planificado su embarazo. Con el hashtag #InfanciaEnDeuda, ONGs que trabajan por los derechos de los niños, niñas y adolescentes, llamaron a proteger el acceso libre y autónomo de niñas y adolescentes al derecho de la salud

La población más dependiente de la atención de la salud a través de los servicios públicos es la infancia temprana (IStock)

En la Argentina, cada diez minutos una adolescente se convierte en mamá y casi la mitad de ellas (45%) no planificó su embarazo. La situación es más alarmante en las diez provincias del Noreste y Noroeste. La tasa de emaciación (desnutrición aguda) para la población menor de 6 años es del 1,3% para el promedio país y un 8% de prevalencia para los niños con talla baja. En contraposición, son crecientes las tasas de obesidad (10,4%) y de anemia resultante de la carencia de micronutrientes (16,5%). Los datos corresponden al informe Estado de la situación de la niñez y la adolescencia, elaborado por Unicef, y dan cuenta de la necesidad de atender de forma integral la salud de la mujer en todo su ciclo de vida.

En el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, que se celebra todos los 28 de mayo desde 1987, la causa #InfanciaEnDeuda, impulsada por ONGs que trabajan para dar prioridad a los derechos de los niños, niñas y adolescentes, advierte sobre la necesidad de planificar políticas públicas que permitan el goce pleno de la salud integral de las mujeres, sobre todo en los primeros años de vida, y la asignación de recursos para planes de acceso a la salud.

La población más dependiente de la atención de la salud a través de los servicios públicos es la infancia temprana (51,5%). En 2015, el 25,8% de la población no había realizado una visita al médico en los últimos 12 meses (10,9%en el grupo de edad de 0-4 años, 26,1%en el grupode5-12 años, y 39% en el de 13-17 años), de acuerdo con el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la UCA (2010-2016).

En tanto que según el informe de Unicef,"los principales obstáculos que afectan el acceso a los servicios de salud de los adolescentes están relacionados con las brechas de género y equidad, las barreras culturales (generalmente porque en los servicios no los consideran como sujetos de derecho, y les exigen la presencia de familiares adultos), la baja participación, la baja demanda de servicios de calidad por parte de los jóvenes y la falta de enfoques intersectoriales para promover su salud y su bienestar".

Según el informe hemisférico sobre violencia sexual y embarazo infantil en los Estados Parte de la Convención de Belém do Pará realizado por la OEA basado en datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de fecundidad de niñas 10 a 14 años en la Argentina durante 2014 fue de 175.1 por cada 100.000. En el mismo año, 2600 infantes nacieron vivos de madres de 10 a 14 años, con un porcentaje de sobrevivencia del 87,4%. Las complicaciones del embarazo -hemorragia, sepsis, parto obstruido y por abortos inseguros- son la principal causa de muerte entre las niñas de 15 a 19 años, de acuerdo con un informe de la OMS.

La concepción de una salud integral, no se resume a aspectos biológico, sino que se dirige a factores biopsicosociales y radica en el lugar que las mujeres ocupan en la sociedad y su capacidad de acceder a los recursos materiales y simbólicos para vivir una vida digna, con igualdad de oportunidades, exenta de violencias. En la Argentina, y en el resto de la región, millones de mujeres no gozan de este derecho humano, sobre todo entre las más pobres y las más jóvenes. Son ellas quienes necesitan una mayor presencia del Estado.

En ese contexto, #InfanciaEnDeuda reiteró el pedido de cumplimiento total y efectivo de la Ley 26.061 de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, que desde su aprobación en 2005 es una herramienta negada a las más jóvenes. El derecho de las mujeres a gozar de salud integral es un derecho humano universal inscripto en el sistema internacional de derechos humanos. Por lo tanto, se debe poner al alcance de las niñas y adolescentes todos los instrumentos que les permitan su desarrollo en un entorno sano.

El 28 de mayo fue declarado como "Día de Acción por la Salud de las Mujeres" en 1987 por iniciativa de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC). La fecha se instituyó para reafirmar la salud como un derecho humano de las mujeres, al que deben poder acceder durante toda su vida y sin restricciones de ningún tipo. En este día, organizaciones de mujeres de diferentes países buscan visibilizar los altos riesgos que viven las mujeres especialmente cuando quedan embarazadas. Y exigieron políticas para que disminuyan las muertes causadas por las complicaciones de salud previsibles durante el embarazo, parto y puerperio y en caso de interrumpir una gestación en condiciones clandestinas y poco seguras.

Pasaron 30 años desde la primera celebración de la fecha y todavía cursar un embarazo implica un riesgo de salud y de vida para las mujeres, sobre todo para las más pobres, jóvenes, indígenas u otros factores de vulnerabilidad, y más aún si su decisión es no continuar la gestación.

"Después de treinta años, aún sigue siendo necesario nuestro reclamo por el derecho a la vida de las mujeres", dijo Mabel Bianco, presidenta de la undación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), y sostuvo: "Para que haya menos muertes maternas las mujeres deben poder acceder más y mejor a métodos anticonceptivos y a la interrupción segura del embarazo".
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