Una práctica poco mencionada pero con gran aceptación entre las parejas debido a su elevada carga erótica. Se trata del fisting o fist-fucking, una conducta sexual que consiste en la introducción de la mano o parte del brazo en el ano/recto o en la vagina.
Un abordaje que surge como una variante del sadomasoquismo, y a través de las películas porno hizo que lograra más difusión en personas que buscan un sexo más fuerte, tanto en relaciones homo como heterosexuales.
Infobae consultó a Walter Ghedin (MN 74.794), médico psiquiatra y sexólogo, quien explicó: "Es una técnica que requiere cuidados especiales, una alternativa de riesgo por la dilatación extrema de los tejidos vaginales o anales".
Las mujeres suelen usar el fisting para masturbarse
Las parejas eligen alternar la penetración manual y la convencional para alcanzar de manera más intensa el placer. Sin embargo, esta técnica ha sido poco desplazada por la aparición de juguetes sexuales que cumplen esa función.
Existen diferencias entre el fisting vaginal y el anal, determinadas por la conformación anatómica. La capacidad elástica de la vagina para distenderse es mayor que la del ano, que posee dos esfínteres que ofrecen resistencia a la penetración, resaltó el especialista.
Además, la lubricación vaginal permite que la zona esté más preparada para recibir la mano que la penetra. El fisting por el ano necesita una preparación más completa.
Antes de ponerlo en práctica, el especialista alertó sobre algunas cuestiones: "Es fundamental un nivel alto de excitación, la higiene de la zona, el uso de lubricantes, y la penetración gradual para que no provoque dolor ni lastime".
Para los que se aventuran, tienen que tomar los siguientes recaudos:
-Nunca debe ser práctica desde el comienzo, debe realizarse cuando ya los cuerpos estén preparados.
-Nunca en forma violenta.
-Si la persona siente dolor, o se da cuenta de que no es placentero hacerlo, lo recomendable es que cambie a otra variante sexual.
-Los movimientos lentos y de rotación ayudan a la penetración.
-Si hay coito posterior, el uso del profiláctico es regla por la congestión de la mucosa, lo cual lleva a microhemorragias que aumentan las probabilidades de contagio de enfermedades de transmisión sexual.
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