Sting y Trudie Styler se conocieron en la década de los 80, tiempo antes de que el vocalista de The Police se convierta en una estrella. Entonces, el artista estaba casado con la actriz Frances Tomelty, pero el flechazo con Trudie fue instantáneo y hoy representan a uno de los matrimonios más sólidos de la industria. Con cuatro hijos, sin crisis ni escándalos, siguen demostrando su amor incondicional en público. Pero además mantiene viva la pasión, algo que el tiempo y la rutina suelen apagar.
"Hay algo que funciona" –confesó en una entrevista Styler–. "Está la química, innegable, y todavía la tenemos. Lo quiero más cada día. Además, nos gustamos".
El cantante practica desde hace años yoga y domina una técnica que le permite tener sexo tántrico durante largas horas. Tal vez esta es una de las claves de su matrimonio.
Consultado por Infobae, Walter Ghedin, (MN 74.794), médico psiquiatra y sexólogo, explicó que "en la sociedad occidental el sexo está asociado a la penetración y al orgasmo como meta" y que "con el paso del tiempo se observa que hay menos tiempo para un encuentro más prolongado y pleno".
"El sexo tántrico es una disciplina milenaria que valora tener en cuenta la relajación, la respiración, las sensaciones que se despiertan a medida que toco y me tocan, una interacción que tiende a sostener el placer y a controlar la eyaculación", resaltó el especialista.
A diferencia del sexo 'tradicional', mientras en el primero la pasión se agota con el tiempo, en el otro el deseo se intensifica. A través del tantra se intercambia la energía del amor, y su fin no es el de descargar tensiones, sino buscar la transformación, armonía, una forma de vida sana.
Ghedin detalló que esta disciplina requiere de "entrenamiento y tiempo": "Las personalidades ansiosas no se llevan bien con esta técnica, ya que desmerecen otras opciones eróticas".
Este ritual tiene distintas etapas. La primera debe ser estática; luego de dos o tres horas de amor tántrico, los cuerpos serán uno solo y habrán alcanzado el punto más alto de excitación.
La pareja renovó sus votos matrimoniales en 2013, realizando una puja –acto de devoción– en Varanasi, India.
Pero la complicidad entre ambos parece ser otro de los pilares de esta relación. "Sting y yo somos hijos de los años 50, tenemos las mismas referencias, nos hacen gracia las mismas cosas, como los cómicos Morecambe y Wise. Nos parecemos mucho: venimos de la clase obrera", compartió su esposa.
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