Alfredo James Pacino. Al, para todo el mundo; Pacino, el mejor de todos para los cinéfilos más intransigentes, nunca pensó que disfrutaría tanto de sus 77.
Junto a su mujer, la argentina Lucila Polak y su mejor amigo Edward y su esposa, Pacino voló hasta el distinguido balneario mexicano de Tulum para descansar y celebrar su cumpleaños número 77 años con una fiesta íntima y exclusiva. Y quien ofició de anfitrión de ese selecto grupo de friends fue el relacionista público argentino Gaby Alvarez, quien junto a su mujer, la diseñadora Lucrecia Gamundi, se ocuparon de organizar una velada inolvidable.
La celebración que preparó Gaby Alvarez en Tulum no ahorró detalles sorprendentes.
Gaby y su mujer Lucrecia hace tiempo llevan una vida nómade entre Tulum, Nueva York y Buenos Aires. Y justamente como conocedor del terreno mex decidió agasajar a su amigo Al.
Fueron tres días de la pareja Pacino-Polak en Tulum donde aprovecharon para disfrutar del sol y el mar y también para celebrar un cumpleaños diferente. Al y Lucila llegaron en un jet privado y descendieron directo en Tulum. Se hospedaron en el exclusivo Hotel Be Tulum Beach & Spa Resort con acceso directo al mar y considerado el mejor ubicado de la zona.
La noche del 24 de abril la pareja fue a encontrarse con Gaby Alvarez en el restaurant Quinto, un exclusivo lugar donde él ya tenía reservadas varias sorpresas para Al, a partir de las 12 cuando comenzaba su cumpleaños .
Pacino y Lucila llegaron junto a Edward, su mejor amigo y su novia; y en Tulum también se sumó al festejo Camila Morrone, la hija de Lucila, quien estaba trabajando para la campaña de la marca internacional Urban Outfitters.
Quinto es considerado uno de los restó más exquisitos de Tulum, el ambiente es relajado y un lugar agradable para disfrutar del encanto de la ciudad mexicana. Cuenta con un patio trasero para un ambiente más romántico y exclusivo (allí se realizó el festejo) en donde se pueden apreciar vistas increíbles de la selva y el mar.
"Quinto está construido sobre árboles y una parte del restó se llama El Nido, una especie de nido de pájaros increíble donde podíamos ver el agua del mar de un lado y del otro la selva. Al Pacino fue muy amable con todos nosotros", relató Alvarez a Infobae.
"Antes de cenar fuimos todos al Nido a ver el atardecer y al final se sumó a la mesa el dueño de Quinto, Eduardo. Al Pacino tomó Coca Light toda la noche porque no toma alcohol y estaba de muy buen humor. Hasta se animó a tocar un instrumento musical suizo", recordó Alvarez.
"En el medio de la cena invité a la pareja Pacino-Polak, a mi mujer Lucrecia y yo; los cuatro a cruzar una especie de puente sobre la selva de cuatro cuadras. Allí aparecimos en un lugar que se llama "Caja de música", donde se proyectaban películas de Charles Chaplin, de quien el dueño de Quinto es fanático", recordó Gaby.
Allí el grupo selecto que estábamos reunidos le cantamos el feliz cumpleaños y al final Pablo lo Ré le cantó a capella el "Tanti auguri a té". Fue una noche verdaderamente deslumbrante. Le regalé un poncho y una piedra de quarzo gigante y hermosa , dijo Alvarez a Infobae.