Una realizadora de documentales, Kate Imbach, analizó las 470 fotos -desde el 3 de junio del 2012 hasta el 11 de junio del 2015- que la primera dama subió a su cuenta de twitter antes de que el presidente Donald Trump asuma a su cargo.
Todo empezó con las declaraciones de la portavoz de Melania Trump acerca de que no se mudaría a la Casa Blanca hasta junio por la escolaridad de su hijo Barron. Esta afirmación acerca del domicilio es lo que despertó la curiosidad de la documentalista.
Sus conclusiones publicadas en Medium son reveladoras, para Kate, Melania Trump es "una rapunzel sin príncipe, ni trenza; encerrada en una torre por su propia voluntad, encantada con lo predecible que es su vida y la repetición de su propia cautividad" y agregó que su imaginario mezcla elementos de la realeza y cuentos de hadas y que tiene una mirada de reina. Ella es hermosa, trágica, atrapada y millonaria.
En tres años, Melania solo subió una foto en la que aparece con Trump. "Él domina el encuadre, el rostro de ella está tapado por una sombra y cortado. Es una selfie y un borrón al mismo tiempo, una buena descripción del lugar que ella ocupa en el mundo que conforma con su pareja", apuntó la directora, como si esa única foto de ambos revelase la sumisión de la ex modelo hacia su marido.
Imbach, en su investigación, destacó que de las cinco fotos que subió a redes con su marido y el hijo de ambos, Barron, ella siempre está de espaldas a ellos. "Los chicos delante, las chicas detrás. La misma situación que vimos en la investidura de Trump es su norma. Vive en segundo plano", agregó.
También estudió la visión de reina atrapada en el castillo que se torna real en las 74 fotos que Melania subió con las vistas de su hogar en la Trump Tower de Nueva York, donde "captura la misma vista, una y otra vez, en diferentes momentos lo que denota pasividad al retratar siempre el mismo punto".
Melania le mostró al mundo, su mundo desde su jet privado sobrevolando ciudades, también en tierra pero nunca a pie y de nuevo aislada del mundo real.
Subió 57 fotos desde el interior de diferentes vehículos. "Al principio creí que las 15 fotos que hay de Central Park eran caminando, desde el parque, pensando que ella también daba paseos entre las masas de vez en cuando. No es así. Si te fijas, puedes ver que las ramas están borrosas por el movimiento de un auto, y que las gotas de lluvia que se ven son del cristal del vehículo. Su idea de dar un paseo por el parque es hacerlo en un auto, custodiada y sola".
Respecto a los selfies que la primera dama compartió en redes antes de serlo, Imbach hizo un profundo análisis: Trump aparece con gafas, sombreros o corta directamente su rostro. Cuando uno hace zoom a su rostro puede ver que retoco tanto las fotos que los rasgos son casi imperceptibles."Se esconde incluso cuando se presenta a sí misma", agregó.
Tras analizar todas estas imágenes, Imbach llegó a la conclusión que el motivo por el que Melania no decidió ir a la Casa Blanca no reside en querer acabar la escolarización de su hijo. "No creo que el motivo de quedarse en Nueva York se reduzca a eso. Él es el hijo del presidente de Estados Unidos, su vida ya se ha visto interrumpida de por sí".
Su análisis, sostuvo, "revela a una mujer a la que le gusta quedarse en casa, que vive su vida desde coches, aviones y hoteles privados. Ella está siempre atrás y se esconde hasta en sus selfies". Y agregó: "Está totalmente desconectada de la vida de una persona común, tengo la sensación de que para ella ser primera dama es su peor pesadilla", declaró.
Como "nota al pie" la realizadora destacó una curiosa imagen. Es la de un cangrejo ermitaño, la única fotografía de un animal que publicó, además de los caballos de espectáculo en las carreras y declaro: "Una criatura que vive dentro de su cascarón. Debe identificarse con él, ¿no?".
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