El conflicto salarial entre el gobierno nacional y los docentes trascendió los ámbitos habituales de discusión. Se analiza en los medios, se debate en las calles y se comenta en los bares. Es lógico: la educación es un tema sensible para un país que pretende crecer y reducir la pobreza.
Sin embargo, a diferencia de otras situaciones similares que se vivieron años anteriores, esta vez la cuestión política parece haber atravesado las paredes de las aulas, algo que no es visto con buenos ojos por algunos padres.
Ése es el caso, por ejemplo, de la madre de una alumna del Normal 1, que definió a Infobae como "un accionar sistemático de los docentes de la institución" la lógica adoptada desde que comenzaron los paros. "Hay una bajada de línea constante en el colegio". Uno de los maestros, por ejemplo, les cuenta a sus alumnos las dificultades que atraviesa para llegar a fin de mes y pagar los impuestos.
Otro docente, en una ocasión, se rehusó a explicar un tema relativo a las montañas porque nunca había tenido la posibilidad de visitar una. "Le dijo a una alumna que lo explique porque ella había podido viajar mucho", comentó la madre.
Consultado por el caso puntual, Gustavo Zorzoli, rector del Colegio Nacional Buenos Aires, señaló a este medio: "Particularizar la problemática salarial de un docente en el aula no es apropiado. Los chicos de primaria no deben vivenciar situaciones de angustia de este tipo con un profesor con el que tienen un vínculo tan cercano".
La gota que rebalsó el vaso se produjo pocos días después, cuando un maestro le pidió a los chicos que cada vez que se sacaran una foto hicieron con sus dos dedos la "V". Les explicó que eso solo significaba un símbolo de "paz". "Quizás el gobierno anterior no fue perfecto, pero por lo menos no era con intención como el de ahora", les dijo en ese momento.
Cansados por el comportamiento docente, la madre -que prefirió preservar su identidad- y su marido elevaron una queja al Ministerio de Educación. Los convocaron a una reunión casi inmediata en la que concurrieron otros padres. La bajada de línea trascendía al curso de su hija, incluso tenía lugar en niños más pequeños. Después del cónclave, nunca más se repitió este tipo de conductas en la escuela.
Después del desalojo policial
En el Instituto Sagrado Corazón de Almagro, los docentes alentaron a sus alumnos de primer y segundo año a que dibujaran y escribieran frases de apoyo después del violento desalojo policial sufrido el domingo anterior. "Si tocan a uno, tocan a todos", dice uno de los carteles pegados en el aula.
La profesora Andrea Iglesias se encargó de compartir en su cuenta de Twitter los trabajos que les pidieron a sus alumnos. En uno de los dibujos se observa un puño con un delantal. Un afiche reproduce consignas como: "Docentes presentes. Gobierno ausente", "Nos están enseñando a luchar", "A los maestros no se nos tocan. Son sagrados".
Un accionar similar se presentó en el jardín municipal Anteojito de Ciudadela. Los padres denunciaron que sus hijos entre 3, 4 y 5 años habían sido inducidos a realizar dibujos relacionados con los incidentes del domingo en la plaza del Congreso.
En los carteles pegados en las aulas, se ven dibujos rudimentarios de los niños que grafican la violencia de la policía. Abajo de ellos, frases de los docentes que consignan: "Los policías les pegaron a los maestros con palos y está mal" o, en una declaración de principios, "Desde muy chiquitos, es importante transmitir valores y entender que el respeto es fundamental para vivir en una sociedad donde poder ejercer nuestros derechos".
Según Zorzoli, hay que hacer una distinción entre los alumnos de acuerdo con su edad. "Con estudiantes de nivel secundario se puede hablar del paro docente siempre y cuando se sea respetuoso de todas las voces, que exista la posibilidad del disenso y que los pibes puedan tomar una posición", expresó.
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