Históricamente, los marineros se han refugiado en una serie de supersticiones que les permiten hacer frente a condiciones marítimas que escapan al control humano. Cuando la naturaleza juega una mala pasada, el refugio en amuletos puede otorgar la tan deseada sensación de seguridad. A continuación seis amuletos que no fallan a la hora de navegar por el océano.
Tiras de ajo
En altamar existen muchos de ellos, un claro ejemplo el la tira de ajo con cintas rojas. Numerosos barcos utilizan esta estrategia para garantizar un viaje seguro. Se colocan en lugares clave como cabina o centro de maquinas, donde ocasionalmente ocurrieron, o pueden ocurrir, inconvenientes técnicos que sobrepasan la capacidad humana.
Monedas de plata
Una interesante y legendaria tradición pagana consiste en colocar monedas de plata en la construcción de los barcos. Esto asegurará una protección extra en altamar. En el caso de los buques de guerra, se coloca en la quilla de los mismo, que corresponde a la columna vertebral del barco en su base. Por el contrario, en las fragatas la ubican en la base del mástil principal.
Pingüinos
Está determinantemente prohibido en este mundo de marineros supersticiosos subir al barco con pingüinos, ya sea de peluche o vivos, ya que estos son una clara señal de mal augurio. El comandante segundo Marcelo Martín Rodriguez de la corbeta Drummond de la Armada Marina Argentina, narró a Infobae su experiencia a bordo del Ara Almirante Irizar:
"Mientras navegábamos por las aguas cercanas a Puerto Madryn, pudimos ver una serie de pingüinos muertos, los cuales captaron la atención de la tripulación. Fue el comandante quien solicitó subir uno al navío. Teniendo conciencia de la tradición, ningún marino quería acatar sus ordenes, sólo uno se animo a cumplir con el pedido del superior. Se subieron aproximadamente siete pingüinos vivos, fue esa misma noche en el que el rompehielos Iriza se incendió, el 10 de abril del año 2007.
Ropa interior femenina
Las prendas interiores femeninas son la última opción ante una fuerte tormenta en el mar, cuando los acontecimientos climáticos fuertes no cesan. Colgar en el mástil principal una vedetina de mujer asegura una mejora del temporal. El comandante del barco Drummond Daniel Marcelo Jara aseveró a Infobae que su tripulación una vez utilizó este recurso y en cuestiones de horas la tormenta se disipó.
Marineros de mal augurio
Muchos marineros son catalogados bajo la insignia de "yeta". Cuando ciertos problemas son recurrentes y uno de ellos siempre se encuentra en el lugar de los hechos, puede concluir con su carrera durante años. Tripulantes del barco Drummond aseguran que existen y hasta intentan no pensar en ellos cuando están en altamar. El solo hecho de nombrarlos puede provocar que algo salga mal en las profundidades del océano.
Mujeres en el mar, una superstición sin pies ni cabeza
Las mujeres dentro del los barcos históricamente no traían buenas suerte, pero como toda superstición, alguna vez puede ser desmentida. En el transcurso del año 2o02, se amplió las posibilidades de estudio a las mujeres en la escuela de la armada argentina como oficial de comando naval. Los hombres tuvieron que acostumbrarse a esta nueva disposición y hoy en día gran cantidad del personal femenino cumple funciones dentro de los navíos de la fuerza. Quizás esta sea hasta ahora, la única superstición desmentida.
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