Una vez más la evaluación estandarizada de los alumnos argentinos dejó un sabor amargo y tareas pendientes para la comunidad educativa en su conjunto.
Los últimos resultados de las pruebas PISA 2015 – Programa Internacional de Evaluación de estudiantes, por su sigla en inglés- que evalúan el desempeño de la calidad educativa en jóvenes de 15 años en Matemáticas, Lectura y Ciencias en más de 60 países del mundo -entre miembros OCDE y países asociados- dejó a la Argentina "descalificada" de la muestra internacional educativa por presentar vicios o equívocos metodológicos que ignoraron la extrema rigurosidad que OCDE-PISA le otorga a los escenarios muestrales -la cantidad de alumnos y escuelas por regiones que participan de la prueba-. Por lo que resultó imposible aplicar los criterios de comparabilidad y representatividad de la muestra PISA 2015 con la anterior PISA 2012.
Argentina argumentando el cambio del sistema secundario de EGB-Polimodal -donde cada provincia puede optar desde la sanción de la Ley Federal de Educación por uno u otro sistema- presentó por el total país 10 mil escuelas auditadas; en vez de las 13 mil que establecen los estándares de OCDE. Y en el caso de las escuelas en CABA, la prueba se realizó en 59 establecimientos educativos.
Los cuestionamientos sobre el impacto de las evaluaciones estandarizadas ponen en el centro del debate el riesgo que se genera de que los "sistemas educativos" terminen centrando la enseñanza en función de estas pruebas y no en el aprendizaje, en su sentido más amplio. Y también, se cuestiona la comparación de los resultados debido a la diferencia de contextos socio-económicos de los alumnos. Todo esto junto -corregido y aumentado- le ocurrió al capítulo argentino.
Según este último estudio 2015 realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la Ciudad de Buenos Aires -CABA- quedó en el puesto 38 sobre 70 economías evaluadas.
Sólo para tener una referencia -y no una comparación- de los números de 2012, los estudiantes porteños totalizaron 418 puntos en Matemática, 429 en Lengua y 425 en Ciencia, en su debut con informe propio de la evaluación internacional. Con este objetivo, la Ciudad incrementó su participación en la prueba al elevar la cantidad de escuelas que presentó de 12 a 60 este año.
Hay que señalar que los resultados del distrito de la Ciudad de Buenos Aires también quedó envuelto en contradicciones: si bien reflejó un buen desempeño, expresó a la vez que el nivel socio-económico impacta de manera más definida sobre el desempeño escolar. Es el lugar donde la escuela tiene menor capacidad para reducir las desigualdades. Y ante tanta mejoría exhibida en los resultados CABA, también hay que ahondar en cómo se prepararon para lograr esas competencias que exigió la prueba.
Con 475 puntos en Ciencias los alumnos de la Ciudad de Buenos Aires quedaron en el puesto 38 entre los 70 países y regiones evaluados en PISA 2015 .
Los alumnos porteños de 2015 demostraron mejoría en las tres disciplinas evaluadas: Ciencia, Matemática y Lectura. El mayor avance fue en Ciencias, pero también hubo progresos en Lectura (con 475 puntos). En Matemática llegaron a 456 puntos, el puntaje más bajo de las tres áreas.
Por escrito el propio Informe PISA 2015 al que accedió Infobae fue contundente respecto al caso argentino: la muestra de estudiantes en las evaluaciones sucesivas debe ser igualmente representativa de la población objetivo, y sólo los resultados de las muestras que cumplen con las estrictas normas establecidas por PISA se pueden comparar a lo largo del tiempo.
Gustavo Iaies, director del Centro de Estudios en Políticas Públicas, comentó a Infobae: "Argentina no está en el ranking. No es que mejoró, sino que se tomó como muestra sólo a la Ciudad de Buenos Aires".
"El corte poblacional de la CABA con respecto al resto del país es muy distinto. Y eso puede dar resultados excepcionales. Por ejemplo, la ciudad tiene el nivel más bajo de NBI (Necesidad Básicas Instatisfechas) de todo el país y acuden más jóvenes a escuelas privadas que a públicas. O sea, como muestra es muy diferente a la del resto del territorio. No se puede mezclar, ya que hay condiciones muy distintas".
Inside de PISA 2015
En promedio, en los países de la OCDE, los niños varones superan con ocho puntos a las niñas mujeres en Matemáticas. La diferencia es estadísticamente significativa en 28 países y economías, es la más grande en Austria, Brasil, CABA (Argentina), Chile, Costa Rica, Alemania, Irlanda, Italia, Líbano y España, donde la puntuación media de los chicos supera a las niñas en más de 15 puntos.
Cabe destacar que ninguno de los países y economías asiáticas de alto desempeño forma parte de este grupo. De hecho, en nueve países y economías, entre ellos Finlandia y Macao (China), así como Albania, FYROM (República de Macedonia), Georgia, Jordania, Malasia, Qatar y Trinidad y Tabago, las niñas superan a los varones en Matemáticas.
En promedio, los países miembros de OCDE, los estudiantes con desventajas tiene 2.8 veces más probabilidades que otros estudiantes a no alcanzar el nivel básico de competencia científica.
En CABA (Argentina), República Dominicana, Perú y Singapur, estos estudiantes tienen entre 4 y 7 veces más probabilidades de obtener bajo rendimiento, mientras que en los otros 13 países / economías la probabilidad desciende a 3 y 4 veces.
Las metodologías que sustentan el análisis de las tendencias de desempeño en los estudios internacionales de educación son complejas. Para garantizar la comparabilidad de los sucesivos resultados del PISA, deben cumplirse una serie de condiciones.
En primer lugar, las evaluaciones sucesivas deben incluir un número suficiente de elementos comunes de evaluación, de modo que los resultados puedan ser comunicados a escala común
Al respecto, Andreas Schleicher, responsable de la dirección de Educación y Habilidades de la OCDE, fue contundente con los resultados de la Argentina al explicar que "la omisión de escuelas del marco muestral tiene el potencial de afectar la representatividad de la muestra".
Las pruebas PISA comenzaron a realizarse en el año 2000 y sus resultados poseen un impacto concreto para medir el estatus de la calidad educativa. Son utilizados como marco referencial por los organismos estatales locales e internacionales, como base científico-educativa para tomar decisiones sobre políticas de educación.
El ranking de países
Una vez más, las naciones del sudeste asiático volvieron a imponerse en el marco global.
El informe PISA 2015, tuvo en el primer lugar a Singapur con 556 puntos, seguido por Japón -538-; Estonia -534-; China-Taipei -532-, Finlandia -531- y Macao (China) -539-.
A nivel regional, y con las reservas sobre la metodología de la muestra en el caso argentino, Chile ocupó el puesto 44° y 447 unidades; Uruguay, 47° y 435; Costa Rica 55°y 420- Colombia y México comparten el 57° con 416, seguidos por Brasil -62° y 401- y Perú -63° y 397-.
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