De las 77 personas que viajaban en la aeronave matrícula CP2933 de la aerolínea LaMia que se estrelló en Colombia sobrevivieron seis. Las estadísticas, frías y desabridas, permiten en su acumulado esgrimir conclusiones, tejer estimaciones, adoptar resoluciones. Nadie está exento de sufrir consecuencias mortales en un accidente de avión, pero según el análisis de la base de datos de siniestros aéreos de la administración estadounidense un diagrama puede atribuirle porcentajes de probabilidad de muerte a cada asiento.
El esquema se comprende de un vasto estudio. De los 4.400 accidentes aéreos en aviones comerciales registrados a partir de mediados del último siglo, en 747 casos hubo además de muertos, sobrevivientes. El diagrama se basó en 42 tragedias -entre 1969 y 2006- para identificar, reconocer y estudiar la vinculación entre el lugar asignado en el avión y la probabilidad de morir en un accidente aéreo. Dependendientes, claro está, de cada circunstancia precisa y de cada forma de colisión. La ecuación analizada es genérica.
El análisis de estos esquemas determinó que el 41% de los pasajeros que perdieron la vida estaban ubicados en el medio de la aeronave, entre las alas. El 30% de los fallecidos se encontraban en el tercio delantero del avión, mientras que el 29% restante de las víctimas se habían sentado en la tercera porción del transporte, en la parte de atrás. Del análisis se desprende que las filas centrales del avión son las que mayor probabilidad de muerte suponen y sugiere, tímidamente, que los que tienen más chances de sobrevivir en accidentes fatales son los que se sientan al fondo.
Esa conclusión se atiende en términos perpendiculares al plano del avión. El estudio también arrojó resultados sobre la ubicación horizontal de las butacas. El viejo dilema de "pasillo o ventanilla" adopta ahora un nuevo criterio. De acuerdo a la base de datos de la Federal Aviation Administration, el 40% de las víctimas mortales estaban sentadas del lado de la ventanilla, mientras que el 38% habían elegido pasillo. Los más afortunados en accidentes aéreos son quienes se sientan en los asientos intermedios, aquellos que no dan a la ventanilla ni al pasillo: concentran el 22% de los fallecidos sobre un total de 42 accidentes contemplados. "Razones de evacuación" es el argumento que validó un estudio de la Universidad de Greenwich para explicar la baja probabilidad trágica de los asientos del medio en materia porcentual en comparación a los butacas de los extremos.
Los sentados a la derecha asumieron el 52% de las muertes; los que se ubicaron a la izquierda del avión en dirección al frente recogieron el 48% restante. El 10% de los fallecidos en medio centenar de accidentes aéreos analizados se ubicaron en la fila central, sobre el pasillo de la zona derecha, adjudicándose el trágico cartel de ser el asiento con mayor probabilidad de muerte en una fatalidad aérea. Aunque, en definitiva, morir en el transporte más seguro del mundo es diez veces menor a morir en un accidente de moto, 14 veces menor a fallecer atropellado como peatón y 86 veces menor a perder la vida en un siniestro automovilístico, según los cálculos del Consejo Nacional de Seguridad estadounidense –National Safety Council-.
LEA MÁS:
Aerofobia, cuando el miedo a volar no responde a la lógica
Paso a paso: por qué falló el cálculo de combustible que hizo el piloto de LAMIA