Cómo trabaja la institución que le devuelve dignidad a los ciegos

ASAC es una asociación que ofrece atención integral a las personas con discapacidad visual. Bettina Bulgheroni visitó con su Puente de Esperanza la entidad que además de rehabilitar, mejora la calidad de vida y forma trabajadores

ASAC ofrece talleres y cursos de capacitación para lograr que las personas se inserten laboralmente en la sociedad

Trabajar de manera integrada en el servicio a las personas con discapacidad visual y procurar incidir en las políticas públicas con el objetivo de mejorar su calidad de vida. La misión de la Asociación de Ayuda al CiegoASAC– no es más que una ejecución sensible de su nombre técnico: atención integral de calidad a las personas con discapacidad visual.

A Elsa Pereyra, por ejemplo, una persona con la visión reducida, que por tales efectos utiliza un bastón verde y no uno blanco. Conoció ASAC por medio de una amiga y convirtió a la entidad en un refugio donde resetearse: "Me enseñaron a movilizarme, aprendí a hacer las tareas diarias. Empezó a ser mi segunda casa, entre los terapeutas y los docentes me contuvieron. Hice rehabilitación visual, empecé a estudiar informática. Comencé otra vez, hice una vida nueva". La historia de Elsa bien podría ser el estereotipo de personas que son y fueron atravesadas por la organización que aspira ser referente en la región para el desarrollo de proyectos innovadores e inclusivos abocados a la rehabilitación integral y formación laboral de quienes padecen discapacidad visual.

Beatriz Glikman es la directora de una institución fundada en 1963 por el médico oftalmólogo Francisco J. Elizalde. "Es un centro de rehabilitación para personas con discapacidad visual porque primero, ante todo, son personas y después son ciegas o de baja visión. Trabajamos desde los 15 años sin límite de edad en cuatro modalidades: rehabilitación visual, rehabilitación funcional integral, centro de día y formación laboral", resumió la profesional. La institución ha sido activa participante en rehabilitación y capacitación en todo el país y se transformó en un centro de consulta y formación para estudiantes y profesionales del área.

ASAC atiende actualmente en su sede central un promedio de 160 personas en forma permanente. Ofrecen talleres de cerámica, tango, carpintería, lectura, computación y gimnasia. Dictan actividades al aire libre, artesanías, cerámica, cine relatado, literatura, macramé, natación, teatro, trabajo en cuero, yoga, entre otras. Y desde 2009, gracias al apoyo de otras fundaciones, abrieron las puertas de un hogar que alberga a personas desamparadas con complicaciones visuales. María José Laphitzondo, miembro de la comisión directiva, valoró el aporte: "Contamos un hogar en donde están alojadas 30 personas, que no tiene recursos para vivir sola y necesita un lugar para dormir. Nosotros le damos una capacitación, una formación laboral para que pueda recuperar su trabajo y su vida".

ASAC dispone de un hogar para personas desamparadas: actualmente alberga a 30 con discapacidad visual

Alberto Klauser, profesor de discapacidad visual en el área de orientación y movilidad, explicó cuál es su trabajo en la institución: "Tratamos de optimizar la visión disponible que tienen para que sea eficiente, de utilidad, para que luego la puedan poner en práctica en su vida diaria, dentro de sus posibilidades. Es gratificante ver cuando empiezan a poner en práctica los recursos, las estrategias que les enseñamos y cómo lo vuelven funcionales a su vida diaria". Una organización que trabaja con una visión solidaria, una mirada optimista para devolverle la dignidad y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual.

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