El perjuicio que pudo haber sufrido la ortografía en los últimos años parte del crecimiento digital protagonizado por los más jóvenes, en donde la rapidez, la ansiedad y la propensión a la reducción pueden generar palabras mal escritas o frases mal formuladas.
La ortografía es uno de los indicadores más confiables del nivel educacional que posee una persona. Sin embargo, son muchos los seres humanos que poseen faltas de ortografía sin siquiera ser invadidos por la incertidumbre que genera una palabra al no saber si está bien escrita o no.
Sin ánimo de demonizar a la tecnología y al uso social que le dan los individuos en las acciones cotidianas, la discusión puede centrarse en los nuevos métodos de comunicación, claves para que cada vez existan menos errores a la hora de escribir y hablar.
A modo de juego, diez palabras de uso habitual sirven como ejemplo para saber cuál es el nivel de cada persona respecto a las palabras que les dan forma a las expresiones y maneras de interactuar con otros individuos.