Sencilla, cálida y con una sonrisa de punta a punta, Nequi Galotti, abrió las puertas de su hogar a Infobae para confesarse y contar la trastienda de las grandes pasarelas. Hermosa, como pocas mujeres de la Argentina, no pierde su oficio de mannequin y luce un clásico look black and white que es solo una muestra de su conocimiento fashionista.
Sabe perfectamente dónde ubicarse, que luz la favorece, los planos. "Yo en realidad estudié para ser bailarina con la gran maestra Olga Ferri, fueron más de 7 años". A los 8, se inscribió en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, donde se graduó en danza clásica. Sin embargo, su altura y su porte la llevaron a considerar otro camino, y ya en 1980 ganó el certamen de Miss Argentina y desde entonces nunca más se detuvo.
"Vi la posibilidad de inscribirme en el concurso y dije 'esta es mi oportunidad', me presenté y gané". A partir de ese momento fue la mujer más aclamada, su cabellos cortos y su figura destacada -muy trasgresora para la época- fue su gran diferencial. Las ofertas para lucirse en las pasarelas más importantes de Europa no se hicieron esperar. "Conocí Londres, París, Düsseldorf, allí viví durante un año. Debuté en un desfile de cabina para Armani"
Nequi nació en Rafaela, provincia de Santa Fe, descendiente de inmigrantes italianos que llegaron de Lombardía y siendo una niña se mudó a Buenos Aires. Como muchas de las modelos de los 80, su arribo a las pasarelas no fue algo buscado. "Teníamos las condiciones y éramos elegidas, no existían las agencias como hoy, la pionera en este rubro fue la modelo Virgina Elizalde".
En los 80 no existía el concepto de "modelos" tal como se conoce en la actualidad. Entonces eran mannequins y se las "contaban con los dedos de la mano", al igual que los diseñadores. La alta costura era una verdadera obra artesanal. Tampoco había agencias, no scouting y el desfile más importante de la moda nacional era del maestro Gino Bogani. "La primera vez que me convocó en 1982 no pude dormir, cuando terminó el desfile, me saludó en la pasarela y me dijo 'bienvenida'".
En 1983 conoció a su primer marido, Luis Rusconi, y en 1987 nació Luis, su primogénito, y al año siguiente llegó Miguel. Actualmente casada con Bartolomé Mitre, empezaron a escribir su historia en 1992 mientras veraneaban en Punta del Este y desde aquel encuentro no se separaron más. En 2001 decidieron casarse y a los pocos meses nació Santos, el quinto hijo de Bartolomé y el tercero de Nequi.
"Hoy la mujer es híperexigida, ganamos nuestro lugar en el trabajo y en la sociedad y lo reivindico, pero lo que más disfruto es de no descuidar el hogar. Seguimos haciendo todas las tareas de casa sumado a nuestra profesión". De eso se trata la esencia de tantas mujeres y que Nequi sabe llevar también, con una familia consolidada sigue de cerca su pasión por la moda en un rol de comunicadora. Su debut en la Radio Nacional, luego llegó a la televisión.
-Hace más de tres décadas que se desenvuelve en el mundo de las pasarelas, ¿cuáles son principales cambios en el modelaje?
-Todo es muy efímero y veloz. Las modelos de pasarela tienen un carrera mucho más corta y no son tan conocidas. Nosotras -las de la década de los ´80- nos conocían por nuestro nombre y apellido. Construímos cada una – desde diferentes aristas- una carrera que sigue vigente. Algo similar ocurre con las modelos de los 90. Hoy aparecen y desaparecen. Por otra parte, el concepto de modelo es otro, Pampita en ese sentido fue la pionera, la altura exigida -más de 1.74- ya no es un requisito indispensable para triunfar.
–¿La competencia desmedida en el mundo de las modelos es real o un mito?
-Existe en todos los ámbitos. En los 80 había dos bandos muy definidos, la prensa instaló la rivalidad entre dos bellas mujeres: Mariana Arias y Ethel Brero. Y uno tenía que elegir un posición. Yo lo vivía con mucha simpatía. Después en los 90-2000 la mítica división entre Pampita y Nicole Neumann.
-¿Cómo ve al diseño nacional?
-Soy una gran defensora y admiradora de la moda argentina. En nuestro país hay mucho esfuerzo y creatividad. Admiro a todos los diseñadores, desde las firmas al por mayor o pequeñas boutiques que siguen apostando porque no es una industria fácil. Muchas veces yo me vi con vestidos de diseñadores argentinos en eventos internacionales acompañando a mi marido y estuve a la altura de la más elegante de esa fiesta, por ejemplo con un diseño de Adriana Constantini en un evento con los reyes de España. Fue comentando hasta en el medio ABC. Uno mira los vestidos de alta costura del derecho y del revés y está terminado como el mejor.
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Nequi es una mujer que se renueva constantemente, hace apenas unos mes emprendió una nueva experiencia en el programa de Ángel de Brito: "Es un cambio radical en mi carrera, algo que no había hecho jamás, pero que lo estoy disfrutando mucho. Todos queremos saber más, conocer, estar al tanto de las primicias relacionadas a las celebridades, pero también se abordan temas de actualidad. Es un programa muy vertiginoso, las propuestas y los temas son muy ricos. Mucha gente me pregunta ¿que tal es Ángel?, y como su nombre lo indica, tiene un verdadero ángel, muy especial".
A su vez, me estoy descubriendo en esta faceta más “afilada”
-Usted fue un ícono de la moda, ¿cómo fue su acercamiento al periodismo?
-Cuando uno es joven puede hacer todo,después de tener a mis dos primero hijos, Luis y Miguel, empezaron a surgir otra posibilidades más allá de los desfiles y producciones. Me invitó Graciela Borges a Radio Nacional para hablar de moda y descubrí la magia de llegar a la gente no por un mohín sino por la profundidad de la frase. Vi lo lindo que era comunicar sin la imagen. Fueron dos años maravillosos. Y con mi debut en televisión con Utílisima me enamoré del medio, es algo atrapante, logré el equilibrio perfecto entre comunicar con la imagen y la palabra.
La televisión es sumamente seductora
–Evidentemente estaba destinada a comunicar a través de su imagen,¿cuáles son sus secretos de belleza?
-Tengo 56 años y no tengo ni un problema en decirlo, y jamás borraría ni un solo mes de vida porque eso significa que estoy eliminando momentos de mi historia. Soy quien soy gracias a esos momentos buenos y malos. Claro que tengo mis secretos de belleza, pero son muy simple y los más eficientes: una alimentación equilibrada, actividad física, en mi caso yoga, y algún tratamiento externo pero sutil, como el plasma rico en plaquetas.
-¿Cuáles son sus proyectos a futuro?
-En algún momento dedicarle el tiempo a viajar a esos lugares recónditos que aloja el planeta tierra.