El genial Van Gogh cobra vida a través de una película animada de sus pinturas más célebres

El film biográfico está realizado a partir de 62.450 cuadros, que incluyen todas sus obras como representaciones al oleo de 95 artistas expertos en la técnica postimpresionista

La película recorre la vida y muerte del gran artista neerlandés

Entre 1872 y 1890, año de su muerte, el pintor holandés Vincent Van Gogh escribió más de ochocientas cartas, la mayoría dirigidas a su hermano Theo. Cuando los investigadores de arte pudieron reunir este epistolario único accedieron no solo a la autobiografía del artista, sino también sus pensamientos, ilusiones y proyectos.

Todo fue reunido en un libro, "Cartas a Theo", que permitió conocer de primera mano el mundo interior del postimpresionista, que en vida -cuenta la leyenda- apenas pudo vender un par de obras. Este material fue esencial para la realización de la última película sobre la leyenda de Van Gogh, que a diferencia de las más de 20 obras -entre películas y documentales- está realizada en base a sus pinturas.

Loving Vincent nació como un corto de ocho minutos, pero su éxito en las redes sociales fue tan impactante, que decidieron realizar un film. En solo unos días, el ahora trailer, tuvo más de 115 millones de reproducciones, solo en Facebook.

El primer largometraje animado realizado por completo con pinturas al óleo sobre tela incluye 62.450 pinturas, que provienen tanto de las 900 obras originales del artista como creaciones nuevas para darle continuidad al relato.

En la película trabajaron 95 pintores, quien debieron demostrar de manera previa una gran capacidad para imitar el trazo del neerlandés a la perfección.

Autorretrato, realizado en el invierno de 1889

"Lo que está sucediendo aquí tal vez nunca vuelva a pasar", explicó Hugh Welchman, productor británico que junto a su esposa, la pintora y cineasta polaca Dorota Kobiela, han estado al frente de la dirección de la biografía.

La muerte de Van Gogh es el eje de una trama que indaga en la mente del pintor, quien según algunos las últimas investigaciones -la biografía de Steven Naifeh y Gregory White, Van Gogh: The Life– no se habría suicidado, sino que deceso podría haber sido un homicidio.

Todo el trabajo se realiza en un hangar gigante en el Parque de Ciencia y Tecnología de Gdansk, en el norte de Polonia, donde los ventiladores están todo el tiempo en funcionamiento, para poder hacer respirable una atmósfera donde el aroma aceites reina y convierte, por momentos, la experiencia en un situación sofocante.

“Noche estrellada”, una de sus obras más célebres

Entre los artistas que se encuentran trabajando está el pintor polaco Jerzy Lisak, de 39 años, quien realizó 400 cuadros en los últimos tres años: "Es un esfuerzo enorme. Es una hazaña y eso hace que sea muy difícil de replicar. Quizás sea la primera y última vez que se lleve a cabo un proyecto así. Es una realización de un sueño, eso está claro".

La primera idea surgió de la mano de la directora de cortos animados polaca Dorota Kobiela, quien ya había realizado varios films en su país. Entonces, luego de leer las "Cartas a Theo" reunió a muchos de sus conocidos para llevar a cabo la primera versión de la obra.

Welchman, el actual director, quien obtuvo el Oscar al Mejor Corto Animado en 2008 por "Pedro y el lobo" se acercó hasta Kobiela y se enamoró. Tanto de ella, como del proyecto y la instó a realizar el largometraje.

Todo gran artista tiene su versión de “La Piedad”

"Sabía que sería difícil, casi una locura. Pero Van Gogh se merecía más de ocho minutos", explicó Welchman.

La banda sonora estará a cargo Clint Mansell, el músico y compositor inglés, nominado a los Globos de Oro por su labor en filmes como Réquiem por un sueño, Doom y La fuente de la vida.

Cómo fue el proceso

El primer paso fue filmar a los actores ante una pantalla verde o en escenarios similares a los de las pinturas. Después los artistas recrearon al óleo cuadro por cuadro usando como referencia el rodaje inicial. Una técnica similar se usó en The Old Man and the Sea de 1999, dirigida por Alexander Petrov, que ganó el premio de la Academia al mejor corto de animación.

Cada una de las 1009 tomas requirió una nueva pintura al óleo y para darle fluidez a la animación cada segundo de la película necesitó 12 cuadros pintados a mano. Generar una pintura tardó entre una hora y dos días, según la complejidad, por lo que un artista puede pasar cerca de un mes perfeccionando un solo segundo. El film dura 87 minutos, por lo que se requirieron 62.450 cuadros. El resultado final llegará a los certámenes internacionales a partir de octubre.