La hermosa e inolvidable princesa Diana de Gales hubiera cumplido ayer 55 años. Lady Diana Frances Spencer, su verdadero nombre seguramente luciría hermosa; pero por sobre todas las cosas estaría muy orgullosa de ver crecer a sus hijos – William y Harry- y disfrutando de sus nietos, George y Charlotte. También se llevaría muy bien con su nuera, la hermosa Catherine Middleton, hoy duquesa de Cambridge y esposa del príncipe William.
Todo esto hubiera pasado si aquella fatídica madrugada del 31 de agosto de 1997 un feroz accidente automovilístico en el túnel Pont d l'Alma, en París, no se hubiera cobrado su vida.
Diana murió de manera inmediata junto a quien manejaba y por ese entonces era su pareja -luego del escandaloso divorcio del príncipe Carlos de Gales, heredero de la Corona británica- el empresario, Dodi Al-Fayed y también a su chofer Henri Paul.
Diana derrochaba carisma y fue el primer y más fuerte ícono de la realeza moderna; incluso hasta hoy. Hermosa, fue una madre dedicada; referente fashionista y cultivó un profundo sentido humanitario.
Siempre se la vio -el pueblo inglés y el mundo en general- y se la sintió más cerca de la gente que del Palacio de Buckigham. Tal vez esa disrrupción en su vida es lo que le valió que el mundo entero la llorara desconsoladamente.
"La princesa del pueblo", ese mote le calzó perfecto. Aquí, un repaso a través de 34 fotos emblemáticas de su vida.
Luego del escandaloso divorcio de la princesa de Gales con el príncipe Charles, mucho se dijo sobre su vida amorosa. Nadie podía creer que una mujer tan hermosa y sensible no pudiera reiniciar su vida. La versión más fuerte, luego de su muerte fue la gran historia de amor que habría vivido con el médico cirujano pakistaní, Hasnat Khan.
Sobre su vida hubo varios libros y películas. Un film destacado fue "Diana", protagonizado por Naomí Watts y que se estrenó en Londres en el 2013. Allí Watts, dirigida por Oliver Hirschbiegel se convirtió en un verdadero clon de Lady Di durante el rodaje.
La familia Spencer tuvo linaje propio. Formó parte de las familias aristocráticas británicas, mientras el matrimonio duró. Diana fue la hija menor de John Spencer, VIII conde de Spencer y su primera esposa, la honorable Frances Ruth Burke Roche, hija de Mauricio Roche, IV barón de Fermoy.
La relación con su esposo empezó a mostrar fisuras al terminar la década de los ´80, y a comienzos de los años ´90 el distanciamiento entre ambos cónyuges era evidente.
La prensa del corazón nunca dejó de seguir el día a día de la pareja Real. Mientras retrataba a una solitaria y rebelde Lady Di; enfrente un flemático Príncipe de Gales, sujeto a las rígidas costumbres monárquicas.
Diana les inculcó valores humanistas a sus hijos, William y Harry. Existe un registro fotográfico de cientos de fotos en las que se los ve compartiendo actividades nunca antes vistas dentro de la monarquía británica, con la firme convicción de que tuvieran una infancia normal a pesar de su linaje.
Su corte de pelo marcó un estilo de mujer desde mediados de las décadas de los ´80 y los ´90. Sexy y moderna, pero sin perder una gota de elegancia. Esa fue su clave. Muy en contraste con la Casa Real inglesa. Sus ojos azulísimos y soñadores le agregaron un magnetismo único.
Sus allegados e incluso la última película que llevó su nombre cuenta que Diana conoció al médico cirujano Hasnat Khan en 1995 e iniciaron una relación durante dos años tan intensa, que incluso ella pensó en convertirse al Islam.
Con tan solo 36 años, Diana de Gales perdió la vida de forma trágica; sin duda, en un hecho que escandalizó no sólo a la Realeza británica sino al mundo entero.
En épocas mediáticas donde la televisión y las fotos lo dominaban todo, Lady Di llevó a sus hijos a restaurantes de comida rápida, parques temáticos y también los involucró en acciones humanitarias: como visitar centros de tratamiento para enfermos con HIV-Sida y hogares de necesitados, intentando que ellos conocieran de cerca el dolor y las necesidades de los más desfavorecidos.
El 28 de agosto de 1996, Diana se separó oficialmente de su marido, el príncipe de Gales convirtiéndose en la única princesa no real de la historia del Reino Unido; sin embargo, en el primer tiempo pudo mantener su residencia en el Palacio de Kensington.
Su propósito era mantener buenas relaciones con la familia real británica por el bien de sus hijos, William y Harry. Pero la cordialidad no duró por mucho tiempo.
Una de sus últimas giras sociales tuvo que ver con la erradicación de las minas antipersona. Pocos días antes de su muerte, visitó Bosnia con la Red de Sobrevivientes de campos minados y se estima que su participación determinó varias acciones en contra del uso de este tipo de armamento.
De hecho, la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1997.
Tras el divorcio, Diana tuvo que restituir a la Reina Isabel II de Inglaterra la Tiara de los enamorados de Cambridge, un obsequio de bodas que la Princesa había utilizado en múltiples ocasiones.
En 1995, Diana ofreció una entrevista a la BBC muy polémica. Y lejos de enfrentarla con el público, la acercó aún más. Allí admitió públicamente que sufrió bulimia. Y que la presión y el acoso de los paparazzis para ella era insoportable.
En aquella memorable entrevista con la BBC también se refirió al escaso apoyo por parte de la familia real; a sus propias infidelidades, y que el heredero al trono también cometió adulterio con su viejo amor de la juventud, Camilla Parker-Bowles, quien en la actualidad se convirtió en la esposa del príncipe Charles.
Lejos de la realeza y siendo una mujer divorciada, la prensa mundial nunca dejó de seguirla. Diana profundizó su perfil solidario, proyectando una imagen aún más carismática y cercana.
También prestó su imagen pública a diferentes organismos humanitarios y a diversos sectores marginados de la sociedad. Por aquel entonces ya era considerada un ícono de moda y elegancia a nivel internacional. Y nunca dejó de ser Lady Di, a pesar de no tener corona.
El 29 de julio de 1981 Diana contrajo matrimonio con el príncipe Charles en la Catedral anglicana de San Pablo, en Londres. Ella tenía 20 y él 33.
Todas las casas reales asistieron al enlace, con excepción del rey Juan Carlos I de España, quien declinó la invitación puesto que la luna de miel de la pareja incluía una escala en Gibraltar. A partir de su matrimonio, Lady Diana se convirtió en Su Alteza Real, la princesa de Gales.
Diana se convirtió en un personaje muy popular entre los ingleses y fuera de Inglaterra. Tanto por su colaboración en obras humanitarias como por su carisma. Sus looks fueron imitados y sin duda se convirtió en un ícono de estilo fashionista.
La prensa mundial adoró a la carismática Lady Di, ella siempre fue noticia de primera plana. Y el contraste con la aparente apatía del príncipe Chales siempre fue un misterio, que terminó jugando a favor de Diana. La potenciaba.
Pero es cierto que en el selecto mundo de la realeza, ella también tuvo sus detractores. La princesa Diana fue objeto de críticas por su personalidad inestable, sus amigos y su anti protocolo en todo.
El constante interés de la prensa por la figura de la Princesa la convirtió en una de las figuras más icónicas de la cultura popular a nivel mundial.
Ya pasaron 18 años desde la trágica muerte de Diana. Y sus hijos hoy ratifican el legado y educación que han recibido de su madre. William ha formado una hermosa familia junto a la Duquesa de Cambrigde y ambos varones siempre la han tenido muy presente.
En agosto de 1997, Dodi Al-Fayed y su chofer Henri Paul murieron junto a la princesa Diana aquella trágica madrugada. Dos años después de su muerte, en 1999, un juez francés concluyó que la causa del accidente fue provocada por Paul, luego de acelerar para evadir a los paparazzi.
La familia Real británica se negó a conceder a Diana un funeral de Estado, pero las muestras de afecto y dolor por parte del pueblo británico obligaron al Palacio de Buckingham a cambiar de opinión.
El protocolo es muy estricto y los funerales con exequias de Estado se reservan para miembros de la casa real con rango de majestad, o en su defecto, a gobernantes nacionales relevantes. En el protocolo también existe un tipo de funeral llamado funeral real, reservado a miembros de la casa real con rango de alteza real, categoría en que la princesa tampoco poseía en el momento de su muerte.