No se necesitan muchas palabras, aunque sí algo de coraje. Dar el primer paso para concretar una cita nunca es sencillo, aparecen el temor al rechazo, al ridículo, a enterarse de que, esa persona que tanto interesa, en realidad solo nos concibe en plan de amistad.
"¿Vamos a tomar algo?" o quizás un "¿Querés ir a cenar?" o un simple "¿Salimos?", solo se necesita eso para arreglar una primera cita. En general quien haya lanzado la primera piedra -aunque no siempre- se queda con la responsabilidad de elegir el lugar y esto, a veces, puede resultar muy sencillo, pero otras puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza: ¿a dónde ir?
Para empezar, algunas máximas a tener en cuenta: 1) ¿A comer o a tomar algo? Depende: la cena es más romántica, y el bar, un poco más informal. Si la relación ya tiene un cauce lo mejor es una buena cena; si todavía se está explorando el territorio, quizás sea mejor enfilar directo para los tragos.
Guía Óleo armó una lista de restaurantes y bares en la Ciudad de Buenos Aires para que ese primer encuentro sea inolvidable por lo menos en la oferta gastronómica. Lo demás, depende de cada uno.
Restaurantes
Il Ballo del Mattone, Gorriti 5737, Palermo
Este ameno restaurante genera un viaje hacia un pedazo de Italia, con riquísimas pastas caseras, buena ambientación, y la banda de jazz ocasional que siempre ayuda a generar una atmósfera cómoda para el diálogo. Para los amantes de la cocina mediterránea, no puede fallar. Su localización, en pleno Palermo Hollywood, permite pasar desapercibido entre la gente que todos los fines de semanas inunda las calles.
Aquilino bistró, Las Heras 1200, Vicente López
Pocos lugares del mundo tienen mayor fama de engrandecer el romance que Francia. Como organizar una cita allí puede salir del presupuesto, una de las mejores opciones se encuentra en la provincia de Buenos Aires. Aquilino es un bistró francés con carta que va variando según la estación, por lo que resulta ideal para sorprenderse y regresar. Productos siempre frescos, y un ambiente elegante e íntimo. Además, posee una destacada cava, que puede salvar la noche.
Odisea, Olazábal 1767, Belgrano
Este restó se encuentra en Belgrano, en una casona antigua de 1817 que perteneció a Juan Manuel de Rosas. Su contexto, repleto de árboles centenarios y coloridas plantas, ya genera un ambiente relajado. En su interior, la baja iluminación y el jazz suave de fondo, más su exquisita cocina mediterránea (con platos abundantes), no dejan excusas para lucir las mejores armas de seducción. Se recomiendan las especialidades en frutos de mar: los langostinos apanados y la brótola a la parmesana, con mención especial. Su propuesta de carnes también es importante, con exponentes como la bondiola braseada.
Bares
Florería Atlántico, Arroyo 872, Retiro
Este bar es uno de los más reconocidos y se encuentra entre los mejores 50 del mundo. Tiene el concepto speakeasy, o sea, se trata de un bar oculto, y en este caso, justamente es uno de los mejores secretos que se esconden detrás de una florería. La luz es tenue, no se pasa de refinación, y sus cócteles son tan buenos que predisponen bien a cualquiera. Sí, se puden comprar flores también, pero es un riesgo que cada uno deberá asumir.
Korova, Ramseyer 1475, Vicente López
La barra de coctelería de Zona Norte, el bar (casi) oculto de Popi Korova ofrece los mejores tragos al norte de la General Paz. El lugar es pequeño pero con mucho ambiente y una excelente selección musical. Es ideal para aquellos que quieren alejarse de la ciudad y quedar siempre bien a fuerza de ricos cócteles, que ayudan "relajarse" y entrar en confianza.
878bar, Thames 878, Villa Crespo
Todo un clásico, con más de 10 años de vida. Sexy, oscuro como corresponde, ricos tragos, sillones, buena música… Por algo "el 8" es un clásico. Eso sí, se llena mucho los fines de semana y se vuelve muy ruidoso. Mejor para una salida entre semana.
Se encuentra escondido tras una puerta de madera antigua en el barrio porteño de Villa Crespo, y su apariencia remite a aquellos bares ocultos de Chicago, durante la Ley Seca. Exhiben orgullosos las botellas de su carta de vinos especializada con más de 130 etiquetas. También se puede disfrutar de una exclusiva cocina porteña y moderna.
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