La huella de la era digital en la sociedad moderna todavía no terminó de afianzarse y aún existe un desconocimiento muy grande sobre el alcance que tendrá para el día a día de cualquier ciudadano. El trabajo, tal como se conoce, desaparecerá. La oficina empezará a ser algo del pasado. Los robots empezarán a formar parte de la escena cotidiana.
"La transformación digital tendrá mayores consecuencias que las que generó en su momento la revolución industrial". La sentencia pertenece a la ex ministra de educación española Pilar Del Castillo, quien expuso junto a expertos el impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad durante el Foro Iberoamericano de Transformación Digital "Retina".
La clave del nuevo paradigma en el panorama socio-económico radica esencialmente en la llamada "economía colaborativa". La posibilidad de generar empleos mediante gente que sea jefa de sí misma y no disponga de una oficina más cómoda que su propia casa representa un escenario inevitable e incomparable con lo sucedido durante los dos últimos siglos.
"El empleo va a desaparecer definitivamente. Ya es un concepto del siglo XIX. También es cierto que no habrá desempleados. Todos los trabajos que no requieran creatividad se van a extinguir por completo", detalló otro de los oradores en el evento, el matemático y economista español César Molinas.
El modelo económico
Sonará paradójico, pero la aparición de las tecnologías e Internet, productos de la globalización, podrá representar una de las principales amenazas para el actual modelo económico. "¿Este es el final del capitalismo? No me atrevo a negarlo. Lo que sí está claro es que estamos ante una revolución", expresó Pierpaolo Barbieri, historiador y CEO de la consultora internacional geopolítica Greenmantle.
Y agregó: "Antes, para ponerte un hotel, necesitabas un capital, un lugar físico, una licencia, unos permisos. Hoy, con AirBnb, cualquiera puede convertir su casa en un hotel".
La cada vez más sólida economía colaborativa aparece como el nuevo lenguaje de las relaciones comerciales. "Lo más interesante es que donde más funcionó esta idea de compartir, ya sea en casas, coches o comida, fue en zonas donde ya existían monopolios", expuso Barbieri.
La creatividad
Para la mayoría de los especialistas, el valor de mercado de los futuros trabajadores reposará de manera exclusiva en su originalidad, en su inventiva. Por eso, se apunta de manera exclusiva a los Millennials y a los adolescentes, quienes serán los responsables del mercado en las próximas décadas.
"De la creatividad se aprende. Por eso, no creo que haya demasiados problemas para los niños de ahora", se entusiasmó Matt Brittin, el presidente de Google para Europa, Oriente Medio y Africa.
En tanto, Molinas también se mostró esperanzado con el panorama que los más jóvenes tienen por delante: "Nuestros hijos tendrán un repertorio de diferentes actividades enorme. La imaginación es el único trabajo que van a conocer", dijo.
Para muchos expertos, el momento actual del mercado es primordial para realizar nuevos emprendimientos. Todavía hay mucha gente en zonas precarias del mundo que podrán tener acceso a Internet por primera vez y entenderán el funcionar del mundo como algo diferente a lo que muchos mayores de 30 años vivieron en su infancia. "Cuanta más gente se conecte, más fuerte será el cambio. Este es solo el comienzo. No sólo cambiará el comercio. También cambiará la vida, la educación… muchas personas ya nos dedicamos a aprender con Youtube", finalizó Brittin.