Ni hombre ni mujer: quién es la primera persona sin género de EEUU

Jamie Shupe, de 52 años, fue oficializado por una Corte de Oregon como el primer ciudadano estadounidense libre del “género binario”. Cómo continúa la lucha por una figura para definir la tercera alternativa

“No binario”, la nueva definiución para aquellos que no se sienten hombre ni mujer (Shutterstock)

"En un momento me paré a pensar y reflexioné: No me siento hombre, no me siento mujer, ¿Qué soy?". El interrogante fue certero y abrió una puerta hacia un misterio que pocos en el mundo se animaron a indagar. ¿Qué sucede con aquellas personas que sienten que su cuerpo no encaja en ninguno de los dos géneros tradicionales? El protagonista de la historia es una persona que promete convertirse en un ícono mundial sobre la identidad sexual. Jamie Shupe fue oficializado como la primera persona de EEUU con una sexualidad indefinida.

En el aspecto técnico, el caso fue establecido como el primer ciudadano sin ninguno de los dos géneros binarios, el masculino y el femenino. Sin existir una terminología exacta para ese novedoso tercer grupo, la determinación judicial resulta una decisión histórica en la definición de una identidad sexual.

"Yo me considero una variación única de la naturaleza. No estoy avergonzado de quien soy. No siento que nací en el cuerpo equivocado. Mis genitales no son un defecto de nacimiento. Pero gracias a una decisión histórica de un juzgado, puedo decir que ahora soy libre. Yo me rehúso a ser clasificado de alguna manera y ahora me siento apoyado en mi decisión", afirmó Shupe, emocionado.

Jamie Shupe encontró en la justicia el apoyo ante su dilema de género

El caso de este ex militar de 52 años volvió a poner sobre la mesa la necesidad de que la sociedad moderna pueda escaparle al sistema binario de género y abrir la puerta hacia una tercera alternativa. "Los géneros clásicos ya no encajan en todas las personas. Es necesario ayudar a estas personas que no terminan de encajar en los parámetros tradicionales", afirmó Hayley Gorenberg, la directora de Lambda Legal, un estudio de abogados especializado en los derechos gays.

La historia

Shupe nació en el sur de Maryland dentro de una familia de ocho hermanos. Todavía tiene sus recuerdos vivos del bullying recibido en el colegio por sus "actitudes blandas" y por no establecer ningún "modelo a seguir" durante sus años escolares.

Ya en su vida adulta y después de haber transitado varios años en el servicio militar de su país, Shupe se casó con su actual esposa, Sandy, y se encaminó en la crianza de una hija.

“No había una cantidad de hormonas suficiente como para sentirme mujer”

Así y todo, poco después de cumplir los 49 años, se hizo inevitable la necesidad de hacerse cargo con el conflicto de género que transitaba. "Me sentía atrapado. Me encontré en un punto de quiebre", reveló.
Junto con la ayuda de Sandy, comenzó con la ingesta de las hormonas femeninas. Pero el resultado de semejante decisión no fue el esperado: "En un principio me había asumido como una mujer transgénero. Pero una vez que completé la dosis, me di cuenta de que no había una cantidad de hormonas suficiente como para sentirme mujer. Nunca iba a llegar a sentir eso", explicó.

Jamie Shupe estuvo acompañado en todo el proceso por su esposa, Sandy

Así, Shupe se quitó definitivamente la peluca que cubría su calvicie y se enfiló hacia una lucha a ciegas: cómo hacer para encontrar una identificación ante lo que le pasaba en el cuerpo.

La solución apareció cuando conoció a la abogada especializada Lake Perriguey, quien le advirtió que en el estado de Oregon existía el marco legal para validar judicialmente su situación.

La puja legal duró casi tres años, hasta que la jueza Amy Holmes Hehn, de la Corte del condado de Multnomah determinó: "El sexo de Jamie Shupe cambió de femenino al sexo no-binario. El cambio debe ser informado de manera pública en el boletín de la Corte, tal como lo indica la ley".

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“El mundo necesita desesperadamente una tercera clasificación sexual”, reclamó Shupe

"Ante la adversidad, declaré mi derecho a definir mi existencia y me he ganado ese derecho. He creado mi propio género y, lo más importante, mi victoria legal le abrió la puerta a muchas otras personas que están atravesando lo mismo y quieren liberarse de los fantasmas del género binario", exclamó Shupe.

Y agregó: "El mundo necesita desesperadamente una tercera clasificación sexual que escape a los hombres y las mujeres. Yo estuve forzado a vivir como un hombre durante casi 50 años y traté de ser una mujer los tres años siguientes para intentar resolver mi conflicto. Finalmente descubrí que soy mucho más feliz sin encajar en ninguno de los dos grupos preestablecidos".