Los millennials -aquellos de entre 20 y 30 años- ha estado en su mayoría ocupados en sí mismos. Son la famosa generación "yo yo yo", que ahora enfrenta un nuevo desafío: criar a sus propios hijos.
En Estados Unidos hay más de 22 millones de padres millennials, con casi 9 mil recién nacidos cada día. Esta multitud en aumento de padres nacidos en la era digital, se caracteriza por su gran diversidad étnica, por la tendencia de casarse en etapas más adultas y por su relación cada vez más lejana con los roles tradicionales de las generaciones que los precedieron. Los millennials, muchos de los cuales entraron en el mercado laboral durante una de las peores crisis económicas de Estados Unidos, han ayudado a dar forma a una cultura en la que se espera "estar disponible todo el tiempo" para los jefes, los compañeros de trabajo, familiares y amigos. Con un teléfono inteligente y una red social siempre a mano, están trazando un camino a través de la paternidad que crea una gran exposición de madres y padres ante la crítica o la aprobación, más de lo que cualquier otra de las generaciones anteriores hayan experimentado.
Según un informe publicado en la revista Time, ahora estos jóvenes adultos -que han sido criados para venerar la individualidad y la libre expresión como los valores más altos- intentan convertir a sus familias en mini-democracias, buscando el consenso de sus parejas, niños y amigos, incluso en las decisiones más pequeñas. Están alejándose de los días de exceso de actividades de su juventud y prefieren un enfoque más sensible, menos dirigido hacia la obligatoriedad de las actividades.
ENSEÑAN A SUS HIJOS A SER ELLOS MISMOS, A PROBAR COSAS NUEVAS Y A COMPARTIRLAS CON EL MUNDO
Como padres, la generación de los millennials está todavía marcada por su optimismo. Ellos todavía tienen fe en el progreso, la igualdad y Google. Y siguen construyendo vastos archivos de selfies.
¿Y ahora cómo educarlos?
Casi el 90% de los millennials son usuarios de redes sociales en comparación con el 76% de la Generación X y el 59% de los Baby Boomers, según la empresa de investigación de mercado eMarketer. El resultado es que muchos de ellos están publicando una versión impecable de su vida familiar en la web.
La presión entre los millennials de ser buenos padres es feroz. En febrero, el sitio sobre paternidad Baby-Center publicó su informe anual sobre las mamás modernas. Se encuestó a 2700 madres estadounidenses de entre 18 y 44 años y se encontró que casi el 80% dijo que es importante ser "la madre perfecta", en comparación con alrededor del 70% de las madres de la Generación X. Además, el 64% de ellas consideró que la paternidad es hoy más competitiva de lo que solía ser.
Y para la generación del milenio la competencia está empezando cada vez más temprano. En una encuesta realizada por la revista Time en colaboración con SurveyMonkey, el 46% de los padres millennials dijo haber publicado una foto de su hijo menor, ya sea en el útero o antes de que el bebé tuviera un día de edad, en comparación con el escaso 10% de la Generación X.
Pero hay un precio por publicar cada vivencia parental en las redes ante los ojos de todo el mundo. Cada post o tuit invita al promedio de 500 amigos de Facebook de cada millennial (de los cuales la mitad sean probablemente apenas conocidos) a exponer opiniones sobre las decisiones de cada uno. Y el pseudo-anonimato que la gente cree tener detrás de un teclado puede llevarlos a hacer comentarios online que nunca harían frente a frente a un padre. Muchos millennials dicen haber tenido fuertes discusiones sobre temas como la lactancia materna y las vacunas que los han obligado a abandonar grupos en redes sociales.
Y aun con todas las disputas y críticas la gran mayoría permanece en línea. Algunos lo atribuyen a la simple eficiencia de publicar en Facebook antes de tener que enviar por correo electrónico fotos del bebé.
Sarita Schoenebeck, profesora asistente en la Universidad de Michigan, entrevistó a madres primerizas sobre el uso de Facebook y encontró que cada 'Me Gusta' que consiguieron cuando publicaron una foto del bebé, sin importar lo mucho que conocieran a la persona que lo indicaba, era una forma de apoyo muy necesario durante los difíciles primeros días de ser padre. "La mayoría de los padres analizan, consciente o inconscientemente, este costo-beneficio", dijo Schoenebeck. "Y los beneficios de estar en las redes sociales, para la mayoría de la gente, son mayores que los costos de esta caja de Pandora de la crítica y la comparación social que es inherente a la crianza pública de hoy".
Mejor, esperar
Los millennials no están haciendo las cosas como lo hicieron sus padres. Por un lado, están siendo padres más tarde. El promedio de edad de una madre primeriza está en un máximo histórico de 26 años, frente a los 21 de 1970. Los padres del milenio también le dan menos valor a los matrimonios, muchos prefieren simplemente convivir. Otro gran cambio es que el modelo de crianza de sus padres -controladores y obsesionados con los logros y los premios- fue reemplazado por lo que podría llamarse los padres drone, que están haciendo un seguimiento pero más como un acompañamiento que como una directiva.
En lugar de hiper dirigir a sus hijos, muchos investigadores creen que hay un enfoque democrático, donde se consulta permanentemente a los más pequeños sus opiniones y pensamientos.
De mente abierta. Empáticos. Cuestionadores. Estas son las cualidades que los padres millennials respondieron cuando se les preguntó lo que ellos quieren que sus hijos sean cuando se conviertan en adultos. Y lo están logrando.
Tal vez la mayor incógnita es lo que significará para esta nueva generación haber tenido cada hito de la vida (desde cumpleaños hasta el primer baño) documentados en línea. "Los niños que crecen tendrán múltiples identidades", dijo Schoenebeck. "Va a haber una más pública que ha sido creada por sus padres y que ha sido cultivada por los abuelos. Pero van a mantener una identidad independiente más personal y privada".