"Los esperamos la próxima semana, a la misma hora y por el mismo canal". Esta era quizás una de las frases más repetidas de la televisión hasta hace unos pocos años. Terminaba un programa y para ver el siguiente había que esperar, sí o sí. Esto sucedía con los ciclos en vivo, los grabados y las series, sin distinción.
La familia se reunía alrededor del televisor y seguía el episodio completo, con sus cortes publicitarios incluidos. No había chance de adelantar temporadas ni tampoco repasar las anteriores. De hecho, no se sabía cuándo comenzaba o terminaba cada temporada, ni cuántos capítulos tenía. Para poder mirar la siguiente entrega temporal había que esperar que pasara el verano, o que comenzara el próximo año.
Todo esto hasta que las plataformas digitales que permitieron el streaming abrieron y cambiaron las forma de consumo. Como un restaurante de tenedor libre, donde se puede elegir entre todas las opciones de comida que ofrece el restaurante y la cantidad de porciones que desee el comensal, la tecnología consiguió que los televidentes le ganaran la batalla a la ansiedad. O gran parte de ella.
El arribo de Netflix a nuestros hogares permitió que esto sucediera. Y comenzamos a escuchar el concepto de binge-watching (maratón o atracón de episodios de una serie), que provocó curiosidad y aceptación por la mayoría. Así nos convertimos en consumidores más que en espectadores pasivos que aguardaban el día y horario determinados para cada emisión semanal, sin poder hacer nada al respecto.
Salvo en contadas oportunidades, que dependen más del formato (como fueron los casos del programa de repostería inglés The Great British Baking Show y el show de buscatalentos Rhythm + Flow's que se emiten semanalmente), Netflix pretende continuar con la liberación de las temporadas enteras cada vez que se suben a su plataforma. También fue semanal la emisión de Luis Miguel, la serie, The Good Place y Better Call Saul, pero desde el Twitter oficial aclararon que estos casos fueron excepcionales.
"El lanzamiento semanal de títulos licenciados (como The Great British Baking Show) no es algo nuevo. Con la esperanza de que el ganador de Rhythm + Flow's sorprenda a nuestros miembros, ¡estamos intentando algo distinto! Algo que no está sucediendo con otras series".
La llegada de Disney +, la nueva plataforma de streaming que desembarcará en los Estados Unidos en noviembre próximo y en América latina en 2020, propone retornar al viejo sistema de consumo. Así, sus series emitirán sus episodios semanalmente. El mismo sistema lo tienen las señales de cable como HBO. Game of Thrones, Chernobyl o Euphoria fueron ficciones que emitió la señal, y nos invitaron a esperar y a cultivar la paciencia, tal como sucedía antes.
"Nuestra emisión semanal de episodios nos ofrece la oportunidad de crear expectativa. Genera visibilidad y conversación del show", dice el vicepresidente corporativo de HBO Latin America, Gustavo Grossmann, en diálogo con Teleshow. "Le permite a los consumidores que han visto el contenido tener un tema común de qué hablar, y además, da más tiempo y la oportunidad para enganchar a gente que quizás no conoce o no ha visto el programa".
"Queremos que nuestros fans participen semanalmente -indica Grossmann-. Ellos son extensiones de voces que nos apoyan y en muchos casos creando tendencias globales, que estalla la curiosidad de muchos, como vimos este año con la miniserie Chernobyl, y como lo hemos visto durante las ocho temporadas de Game of Thrones".
El espacio para reflexionar entre capítulos le devolvió a un público más ávido por la degustación paulatina, las ganas de disfrutar e ir entendiendo hacia dónde va su serie favorita. Sin miedo al spoiler, los consumidores de series como dosis homeopáticas transitan otro camino. La reflexión, por ejemplo en redes sociales, se sostiene en el tiempo, a contramano de las maratones, que se degluten en minutos. ¿Quién gana en una maratón? El que llega a la meta primero, que en este caso es quien termina antes la serie. Y cuando andamos con atracones, queremos más y más, porque la saciedad se calma con más ficciones.
Pero en defensa de la opción de poder disponer de toda la temporada de una vez, el televidente cuenta con la posibilidad de elegir de qué manera consumir la serie. Porque, en teoría, el hecho de que todo el material esté disponible no significa que haya que devorarlo de un solo bocado. Dónde, cuándo, con quién y de qué forma ver una serie, depende exclusivamente de cada uno de nosotros.
¿Todo junto? ¿En cuentagotas? Hoy hay opciones de todo tipo, porque la competencia genera eso, que cada plataforma busque la manera de atraer más y más televidentes -o consumidores-. Y siempre estarán los que elijan las maratones y los que prefieran esperar, obligatoriamente, a que se emita un nuevo capítulo de su serie favorita.
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