Natalia Dyer, Charlie Heaton y Joe Keery viajaron a Chile en el contexto del estreno de la tercera temporada de la serie de Netflix Stranger Things. Nancy, Jonathan y Steve, respectivamente, conforman ese grupo de adolescentes que, desde su debut, acompañaban al cast de niños liderado por Eleven, la niña con extraños poderes.
Su llegada a Chile provocó-como en cada punto del mundo que visitan-el fanatismo de los fans. Teleshow habló con ellos acerca de sus personajes y de cómo vivieron todo este proceso desde la primera temporada.
Sin dudas conversar con ellos es como viajar en el tiempo y llegar hasta la década del 80 del siglo pasado. Aunque ellos nacieron años después (los tres son de los 90) este trío representa en Stranger Things la moda más ochentosa: desde los peinados, la música que oyen y la ropa que usan.
(Video: Trailer de la tercera temporada de "Stranger Things" / Netflix)
Los tres nos recibieron en el espacio de los Juegos Diana en Santiago de Chile que se adecuaron especialmente para este evento de prensa. El parque de atracciones y diversiones tiene un papel central en esta nueva temporada, ya disponible en su totalidad, desde ayer, en Netflix.
Cada uno de ellos, representa a un tipo de adolescente diferente: Nancy es la chica que se debate entre ser la más popular que oscila con momentos de una madurez inesperada para su edad. Jonathan es el ejemplo del chico tímido, retraído, enamoradizo que se ve asediado por la popularidad de Steve que representa todo lo que él no es: popular, divertido y un poco simple a la hora de razonar.
—¿Cómo se modificó el vínculo con los más chicos (el grupo de Eleven, Will, Mick, Dustin y Lucas) a lo largo de este proceso? Ahora ya están casi adolescentes…
—Natalia: ¡Yo los sigo viendo como niños, como en la primera temporada.! ( risas) Crecieron tan rápido, es muy extraño ver que pasó tan rápido el tiempo.
—Joe: Es cierto, ¡a mí me hacen sentir más viejo!
Es justamente el personaje de Joe (Steve en la serie) quien más se modificó. Comenzó siendo el clásico chico que se las "sabía todas" para terminar siendo consejero de uno de los chicos: Dustin.
La tercera temporada nos sitúa en el verano de 1985 cuando Eleven y Mike están viviendo su primera incursión en el amor. No entienden mucho cómo se lleva a cabo esta relación pero sienten que no pueden despegarse. Porque Stranger Things es también una historia acerca del dolor que implica crecer, y quien más lo sufre es Will que añora el tiempo en el que se reunían en el garaje a imaginar el "upside world".
—¿Cómo fue para ustedes recrear una época como los 80, sin la tecnología propia del centennial con la que ustedes crecieron?
—Natalia: En mi caso, yo recién tuve un celular cuando fui adulta, lo cual me facilitó mucho las cosas. Pero nosotros representamos una época en la que no podías mandar textos, ni whatsapp, no podías googlear para buscar algo. Y todos memorizábamos números de teléfono, íbamos a librerías a buscar información, te encontrabas con tus amigos cuando podías. Era lindo, había más misterio e imaginación y creo que eso lo perdimos.
—Charlie: Pero irónicamente mucho del éxito de Stranger Things se debió la recepción y divulgación en redes sociales.
—Natalia: Y con respecto a la moda, ¡yo tengo una permanente esta temporada! Ese es un eje central de la década de los 80! Hablamos mucho sobre la permanente en la segunda temporada con la encargada de peinados, me resistí mucho hasta que finalmente lo acepté.
El personaje de Nancy Wheeler tiene un vuelco importante en esta temporada y, por supuesto, la cuestión femenina y el empoderamiento no tarda en llegar a la trama.
—En esta temporada, tu personaje se convierte en periodista, ¿cómo viviste este proceso?
—Natalia: Me encantó cuando lo leí en el guión. El interés de Nancy en el periodismo fue una progresión natural. Realmente es muy interesante. Creció mucho desde la primera temporada, su contacto con los monstruos y con cuestiones sobrenaturales hicieron que se alejara de la realidad de cualquier chica de su edad. En esta temporada, ella está en la vida real y tiene los problemas y conflictos de una mujer adulta. Y quiere hablar sobre su verdad en este mundo real con todo lo que eso implica.
—¿Por qué creen que la gente ama esta historia en todos los países donde se emitió?
—Natalia: Creo que influyó mucho las referencias de Stranger Things hacia el cine de los 80 de los Estados Unidos y sus películas populares.
—Charlie: Pienso que también atrajeron los personajes. Son humanos y cercanos a las tres generaciones que representan. No importa de dónde sos, de alguna forma te vinculás. Aunque no tengas que ver con ellos te sientes cercano.
—Joe: Yo entiendo que Stranger Things es una historia de adultos donde los personajes centrales son los niños.
—Natalia: ¡Exacto! Y también fue central la forma en que trataron el mundo infantil. Lo respetaron mucho.
Stranger things resulta dificil a la hora de calificar en un solo género. Podría ser ciencia ficción pero también tiene terror, habla de relaciones familiares, de amistad, de los recuerdos de una década que marcó a muchos y de una estética ochentosa inigualable. Pero el miedo es tal vez el que atraviesa a todos. Tal vez por eso Joe reflexiona sobre el miedo que le dio Men in black o Natalia con la saga de Pesadilla.
Los chicos crecieron, los adolescentes están ingresando al mundo de los adultos y Stranger Things los acompaña en todo el proceso. Y esta tercera temporada no defrauda y suma elementos que la hacen que ya sea un clásico en esta nueva era de series.
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