El tráiler de "Altamar"
Un transatlántico parte de España hacia Brasil. Carolina (Alejandra Onieva), está comprometida con el dueño del barco, Fernando (Eloy Azorín), y con su hermana Eva (Ivana Baquero) deciden subir a una mujer de polizón. Las acompaña su tío Pedro (José Sacristrán). El capitán del barco, Santiago Aguirre (el actor argentino Eduardo Blanco), está a cargo de manejar a la tripulación, entre quienes se encuentra el apuesto joven Nicolás Salas (Jon Kortajarena), que enseguida se enamorará de Eva.
Pero en el barco Bárbara de Braganza pasan muchas cosas. Una mujer es arrojada al mar y el misterio comienza. ¿Quién es el culpable? ¿Por qué la arrojaron al mar? Esos son algunos de los misterios que se intentarán resolver en Altamar, la nueva serie de Netflix.
Teleshow estuvo en los estudios de grabación, a unos 40 minutos de Madrid, donde sus protagonistas principales contaron su experiencia sobre esta ficción en la que los personajes nunca bajan del barco.
Los estudios recrean el salón principal del barco, y parece que estamos en una escena del esplendor del Titanic. La vajilla y hasta las servilletas bordadas con las iniciales del barco son impecables. El lugar que ocupa la orquesta que cada noche anima los tripulantes del Braganza es impecable, como todos sus instrumentos y las escaleras que llevan al primer piso de este barco imponente y desafiante.
Los actores nos reciben con el vestuario y maquillaje que utilizan en la serie: se encuentran filmando la segunda temporada. En un alto del rodaje, que incluye jornadas de casi todo el día, se disponen a hablar con la prensa.
Jon Kortajarena interpreta Nicolás, que tiene una relación casi de padre e hijo con el capitán del barco. "Mi personaje le roba el reloj al capitán, él le da la opción de ir a la cárcel o de apuntarse en la Marina. A partir de ese hecho, Nicolás queda bajo el amparo de Santiago, que se convierte en una especie de padre para él", explica este actor de origen vasco que alterna su carrera con el modelaje. "Es una serie de aventuras, de segundas oportunidades, de amor -agrega-. Y de cómo funcionamos 1600 personas cuando nos juntamos en un barco: ante diferentes circunstancias, reaccionamos de forma diversa".
Es que las series españolas vienen con un espaldarazo casi impensado en décadas pasadas. A pesar de que siempre recibimos series interesantes desde la Madre Patria, como Anillos de oro, Los gozos y las sombras o -en otra línea- Verano Azul, la explosión de los últimos años con series de la talla de Velvet, Gran hotel, Las chicas del cable, Tiempos de guerra y la exitosísima La Casa de Papel han puesto en el podio a las ficciones españolas.
José Sacristán –Tío Pedro en Altamar– coincide con esta nueva etapa de oro de las series de su país. "Cuando solo había una cadena de televisión todo esto era impensable. Por ejemplo, de Los gozos y las sombras se rodaba un episodio por mes. Pero el devenir de las distintas plataformas y la complejidad del mercado provocó una gran expansión de producciones increíbles. Sin dudas, la ficción española está viviendo un momento formidable".
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El actor de Solos en la madrugada interpreta al tío de estas chicas diferentes entre sí, una que sigue las reglas de lo que debe hacer una mujer en los años 40 (Carolina), y otra más rebelde (Eva), nos adelanta que su personaje tiene aspectos ocultos que serán claves para el desarrollo de la historia.
Pero en este barco va a surgir una historia de amor entre Nicolás y Eva, interpretada por Ivana Baquero, aquella actriz niña que protagonizó la película El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro. Y es que Ivana fue creciendo entre sets de filmación, y hoy, con apenas 24 años, es la protagonista de la gran apuesta de Netflix de este 2019.
"Mi infancia fue totalmente normal, con los pies sobre la tierra, padres ingenieros, el resto de la familia arquitectos, jueces. Les agradezco a mis padres que me hayan criado así. Siempre que terminaba un rodaje volvía a la escuela como cualquier niña de mi edad", dice Ivana, que participó en la serie Crónicas de Shannara, de Estados Unidos. "En calidad y en magnitud, las series españolas y las estadounidenses son iguales de buenas", reflexiona Ivana con una gran proyección internacional de su carrera.
Las historia de Altamar propone la búsqueda de un asesino, y en esa requisa todos son sospechosos, como en un libro de Agatha Christie. Eva y Nicolás serán quienes se encarguen de buscar al sospechoso de este crimen, que irá variando a lo largo de los ocho episodios.
Pero en todas las historias hay un villano, que en este caso lo asume Fernando, el dueño del barco interpretado por Eloy Azorín (Gran Hotel).
—¿En algún momento Fernando que se reivindica?
Azorín: —Jessica Rabbit (el personaje de la película animada ¿Quién engañó a Roger Rabbit?) decía: "No es que yo sea mala, me han dibujado así". Algo de eso pasa con este personaje. Fernando tiene mucha responsabilidad y no sabe cómo gestionarla. Es faltón con su prometida y no sabe cuidarla. Tiene un estrés constante y le hace perder las formas con la gente del barco. Pero de a poco vas descubriendo cosas de él, ya que en el barco hay un empresario que lo chantajea por una deuda de juego.
Azorín estuvo de visita en la Argentina y sueña con poder hacer teatro en Buenos Aires. Se asombró del recibimiento de su amigo Pedro Alonso (Berlín, en La Casa de papel) y espera que el recibimiento de Altamar en Argentina sea similar. "Lo que pasa con esta serie es como una nave en el espacio: si te escapas, te mueres -destaca Azorín-. No puedes escapar del barco ni de los problemas".
Quien desea y necesita escapar es Carolina, su prometida. Alejandra Onieva, la actriz española que formó parte de El secreto de puente viejo y de Presunto culpable, le pone el cuerpo a la clásica mujer de los años 40, abnegada y paciente. "Ella tiene un aguante brutal. Pone una sonrisa de 'acá no pasa nada'; no concibe la idea de que haya conflictos. Es inseparable de Eva, y se deja llevar mucho por ella", cuenta Onieva, quien confiesa que sus ganas de filmar en Argentina está vinculada con la historia de su abuela, que vive en nuestro país.
"Carolina sabe cosas de Fernando, pero le corresponde tragárselo porque su deber es casarse y tener hijos, y que el marido cuente con ella siempre. Por suerte la situación de la mujer ha cambiado", dice, aliviada.
Altamar cuenta con 8 episodios en esta primera entrega, y ya se está rodando la segunda temporada en Madrid, aún sin fecha de lanzamiento. Dirigida un público amplio en edad y preferencias, permite subirse a este barco desde el amor, la traición, las nuevas oportunidades, la intriga, la muerte, la venganza y la búsqueda de la verdad.
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