Enterarte a los 20 y pico de que no sos hija única puede ser todo un tema. Pero si además descubrís que tenés 99 hermanos dando vueltas por el mundo, la novedad se convierte en un shock.
Así comienza Sisters, la nueva serie australiana que podés ver en Netflix. Julia es la única hija de Julius Bechly, un médico especialista en reproducción asistida. Pero ahora que se encuentra moribundo, el hombre decide contarle al mundo su secreto mejor guardado: su esperma fue utilizado para fecundar a 100 mujeres que lograron dar a luz a sus 100 hijos.
Así es como Julia intentará reunir, a través de las redes sociales, a todos sus hermanos. Y encontrará que de sus 99 hermanos, 97 son varones y solo tres mujeres. La ficción se basará en el vínculo entre estas nuevas hermanas, muy diferentes entre sí, con una crianza diversa pero que intentaran encontrar su nueva identidad.
Ellas son Edie (Antonia Prebble), una abogada que fue amiga de Julia hasta que le quitó el novio; Roxy (Lucy Durack), una animadora de un ciclo infantil en decadencia con problemas de adicción a las drogas, que filma toda su vida para subir a su redes sociales; y está Julia (Maria Angelico), claro.
Es difícil establecer si se trata de una comedia o una comedia negra. A pesar de que tiene pasajes divertidos y que son mostrados al espectador para generar una sonrisa, como cuando Julia descubre que tuvo sexo con uno de sus nuevos hermanos, la serie atraviesa otros sentimientos que nos hacen reflexionar sobre la la fertilización asistida.
Aunque no logra tomar una posición, Sisters consigue que reflexionemos sobre esta temática, y también sobre la definición de familia, tanto clásica como extendida. ¿Cómo se construyen los vínculos familiares? ¿Quiénes son realmente los miembros de nuestro hogar? Aquí pareciera que estas hermanas deben amarse, cuidarse y respetarse por el solo hecho de compartir el mismo esperma a la hora de su fecundación.
Pero Julia, Edie y Roxy tienen algo irresuelto dentro de sus almas. Y aunque están rodeadas de muchas personas, se sienten solas y encuentran en este vínculo una forma de reconstruirse ellas mismas.
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