Uno fue campeón en el 2015 y la otra es una de las artistas más virtuosas de la presente edición del Bailando. Y el destino quiso que Fede Bal y Sofía Pachano se enfrentaran en un duelo de cumbia para definir quién continuaba y quién se quedaba afuera del certamen conducido por Marcelo Tinelli.
Sofía, hija de Aníbal Pachano, uno de los integrantes del BAR, llegó a esta instancia tras haber perdido en el Súper duelo del chachapop por su coreografía de “Feel it Still”, de Portugal the Man, contra Nico Occhiato y Flor Jazmín Peña. Por su parte, el hijo de Carmen Barbieri y Santiago Bal había quedado sentenciado después de perder contra Flor Vigna y Facundo Mazzei.
A la hora de las performances, el actor y Soledad Bayona -en reemplazo de Lourdes Sánchez, quien fue operada de urgencia la semana pasada- eligieron “Tirate un paso”, el tema de Los Wachiturros. Por su parte, su contrincante -acompañada por el bailarín, Nico Sánchez- optó por “Bien Warrior”, de Miss Bolivia.
Como en cada una de las definiciones, la tensión se adueñó del jurado. Lo que sucede es que en esta ocasión, a diferencia del las ediciones anteriores en las que el público definía con su voto, por primera vez quienes deciden la suerte de los participantes son Ángel de Brito, Florencia Peña, Marcelo Polino y Carolina Pampita Ardohain, además de los tres integrantes del BAR: Laura Fidalgo, Flavio Mendoza y el mencionado Aníbal Pachano.
“Me encantan los cuatro. Simplemente te voy a decir que no te bajonees. Sos una gran figura que merece mucho aplauso, y tenés una carrera maravillosa. Digan lo que digan, me importa un rábano. Sos una hija maravillosa y talentosa, laburadora, emprendedora, con un coreógrafo maravilloso y un niño que te acompañó fantásticamente. Mi punto es para mi hija y me chupa tres belines lo que digan”, sentenció, con contundencia, el coreógrafo.
“Esto es un reality, nosotros igual estamos felices de haber trabajo acá. Para mí es muy emocionante, más allá de todo, que mi papá me dé puntos de hija, no me interesa en ese sentido lo que digan porque es muy difícil juzgar a un hijo. Le ha pasado a Carmen. Para mí es un placer estar acá, nosotros trabajamos mucho, incansablemente... Sé que por ahí tendría que estar en un reality, como me ha dicho Ángel muchas veces, pero mi vocación es el arte, mi vocación por ahí va por otro lado y eso siempre lo traté de dejar acá plasmado en la pista. Dejame mandarle un beso a Quimio con estilo, que es nuestro sueño. Hemos trabajado también mucho por ellos y lo seguiremos haciendo”, cerró la participante, a la hora de su despedida del programa.
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