Cuando les ofrecieron ser protagonistas de Argentina, tierra de amor y venganza, La China Suárez y Benjamín Vicuña aceptaron con gusto, aunque pidieron no hacer de pareja en la ficción.
Por eso, finalmente el papel de Lucía, que iba a ser para ella, recayó en Delfina Chaves y la ex Casi Ángeles eligió ser La Polaca. A raíz de eso, casi no hubo escenas compartidas entre Torcuato Ferreyra, el personaje del actor chileno, y su mujer.
Sin embargo, a raíz de su enfrentamiento con Aldo Moretti (Gonzalo Heredia), quien hace del amor de La Polaca en la ficción, Torcuato decide vengarse a través de Raquel.
Así, mientras todos declaraban ante la policía en la causa que lo involucra a Ferreyra en la compra de mujeres para llevar a los burdeles y obligarlas a ejercer la prostitución, Torcuato va en busca de La Polaca.
“Aldo me rompió el corazón, me traicionó y me dolió. Y sabés que tenés razón, cuando los hombres recibimos un golpe queremos devolver ese golpe, y yo a Aldo se lo voy a devolver en el lugar que más le duele: vos”, le dice el personaje de Vicuña mientras la toma fuerte con los brazos.
“¿Va a matarme?”, le pregunta ella, aterrorizada. “No, no seas ansiosa, no te voy a matar, pero nos vamos a divertir”, le dice él, mientras él lanza el sonido de un chancho y se le abalanza para abusar de ella.
En tanto, por el lado de la historia de amor entre Bruno (Albert Baró) y Lucía (Delfina Chaves), da la sensación que el agradecimiento de por vida que el español siente por Francesca (Malena Sánchez), quien estuvo a su lado durante los dos años que él pasó en la cárcel -acusado injustamente de haberle disparado a Lidia (Minerva Casero)-, se interpone entre los deseos irrefrenables de ambos por estar juntos nuevamente.
Cada vez más apasionante, la tira, que dio un salto temporal de dos años en el ingreso a su segunda parte, se estará grabando hasta el 15 de noviembre próximo. Y, según trascendió, aún se esperan muchas sorpresas de acá al final de la misma.
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