La carrera de Sandra Mariela Vázquez, más conocida como Twiggy, comenzó a los 18 años. Alcanzó la fama rápidamente y fue furor en los ’90 con canciones como “Necesito un amigo”, “No está” y “Bajo la luz de la luna”. Con su música, recorrió toda Sudamérica.
Hace 14 años, después de separarse de su novio con el que estuvo una década en pareja, y de terminar su trabajo en América en Vacaciones, un programa junto a Mariano Peluffo, se fue a vivir a Bariloche. Se alejó de la exposición mediática, pero nunca de la música.
El viernes pasado, las cámaras volvieron a iluminarla en Quién quiere ser millonario, el programa de Telefe conducido por Santiago del Moro, al que se presentó acompañada por sus hijos, Galo y Arión, de 13 y 11 años respectivamente. Y emocionó con sus declaraciones de amor dedicadas a sus hijos.
Su participación comenzó con los motivos que la llevaron a Bariloche: “Pasó por una cuestión de la industria, del presidente de la compañía, y por una cuestión personal también. Y tomé la decisión de irme para el sur. Ahí fue donde tuve estos dos hijos maravillosos, me hizo muy bien. Fueron cosas personales: me alejé del medio, pero no sabés después lo que extrañé”.
En ese sentido, contó: "Después tuve estos dos bombones que me hicieron volver a encaminarme, enfocarme y me dieron ganas de componer. Estaba en las montañas, empecé a estar en bandas de allá, bandas de funky, de música para chicos... Hice de todo, necesitaba hacerlo pero no estaba con la exposición de los medios que venía teniendo”.
En referencia al destino que le dará al dinero que se llevó, Twiggy reveló: "Tengo muchas cosas para hacer en casa, donde vivo con mis hijos. Principalmente en la cocina, que no hay pared, es como un cerramiento que antes era como una galería, y la verdad que en invierno la pasamos pésimo. Hay un cerramiento que nos falta poner, y la verdad que sería una maravilla poder hacerlo. Para ellos”.
Sin poder contener las lágrimas, profundizó en su relación con sus chicos: "Hoy mi vida son mis hijos, todo lo que hago. No me quiero emocionar... ¿Sabés lo que lloro todos los días? Porque todos los días les digo que los amo, que son la luz de mi vida, que estoy orgullosa de ellos, y que siempre van a contar conmigo... Porque, de verdad, desde que los tuve me cambió la vida”.
“Dejás a un lado todo. Lo primero son ellos, no quiero que pasen necesidad de nada. Ellos son mi vida. El papá ayuda económicamente, pero yo soy la que estoy todos los días con ellos, la que los lleva al médico, la que si les falta algo corro, y donde esté voy. Porque así fueron mis padres, y amo todos los valores que me dieron. Perdón, no quiero llorar, yo vine para estar feliz, la verdad lloro por amor, por alegría, porque me eligieron, y estoy muy contenta”, profundizó, todavía embargada por la emoción.
“Verdaderamente todo lo que hago, todo lo que me rodea siempre es pensando en ellos: que ellos tengan una sonrisa, que tengan sus amigos, que tengan su lugar, que no les falte nada. Principalmente su comida, su postre, sus cereales, y me ocupo cada día de eso, y esa es mi prioridad. O sea, la felicidad de mis hijos. Yo sé que si me siento feliz y muestro una sonrisa y ellos me ven bien, ellos son felices. Entonces es un combo. Yo me pongo fuerte para todos los días tener laburo, estar bien de salud, estar fuerte, que no me falte nada”, remarcó.
“La gente a veces se olvida de decirle al de al lado que lo ama, todo lo importante que es. Yo creo que no hay que olvidarse de eso: los valores de las personas, el amor, eso es el alimento de todos los días. Lo material va y viene, pero esto es invalorable”, concluyó la artista, quien prefirió retirarse del juego cuando llevaba ganados 300 mil pesos.
“¿Quién fue la primera mujer argentina y sudamericana que voló sola en un aeroplano?", era la pregunta por el medio millón, pero luego de meditarlo resolvió irse con la plata que ya había ganado. “Te digo la verdad, es jugármela por algo que realmente no sé”, lanzó Twiggy, quien luego reconoció que hubiera respondido de manera incorrecta, ya que ella había pensado en Susana Ferrari Billinghurst, y la correcta era Amalia Cecilia Figueredo.
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