Los compañeros de China Zorrilla en "Esperando la Carroza" recordaron a la actriz, a cinco años de su muerte (Video: Teleshow)
Difícil expresar lo que representó artísticamente China Zorrilla. Más de 50 películas, 60 obras teatrales, premios de todos los colores y una marca… Más que una marca, una sonrisa en los escenarios porteños y uruguayos. Una actriz versátil tanto en el drama como en la comedia, pero también directora, traductora y adaptadora. Y el reconocimiento no se limita al espectáculo: por su calidad humana se ganó el afecto de sus colegas, el público y todos los que la rodeaban.
Concepción Matilde Zorrilla de San Martín Muñoz– tal era su verdadero nombre- nacida el 14 de marzo de 1922 en Montevideo, llevaba el arte en los genes: su abuelo era el poeta Juan Zorrilla de San Martín y tenía un parentesco lejano con el poeta Estanislao del Campo -y también con el prócer uruguayo José Gervasio Artigas-. Su padre, José Luis Zorrilla de San Martín, era escultor. Y su madre, Guma Muñoz del Campo, una gran amante de la música.
Sus primeros pasos los dio en el under de Montevideo, hasta que una beca la llevó a estudiar a la Royal Academy of Dramatic Arts de Londres. Al volver a su país natal entró al elenco estable de la Comedia Nacional Uruguaya, con la que realizó más de 80 obras. Su llegada a la Argentina se dio en 1971, con el rodaje de su primera película, Un Guapo del 900, y luego La Maffia con Alfredo Alcón, y se instaló para siempre en el país. En los años siguientes se afirmó como una actriz reconocida a nivel mundial.
Falleció hace cinco años, el 17 de septiembre de 2014, después de estar tres días internada en la clínica Asociación Española en Montevideo, como consecuencia de una neumonía. Su velatorio se hizo en el Palacio Legislativo de Uruguay y luego se realizó el cortejo fúnebre, donde le dieron sepultura tras el largo aplauso de las multitud que fue a despedirla.
Algunos de sus éxitos fueron Los gauchos judíos, Señora de nadie, Dios los cría, La nave de los locos, Besos en la frente, Conversaciones con mamá, Elsa y Fred, y Tocar el cielo. De todas formas, el papel que todos recuerdan, sin discriminar edad ni paladar cinematográfico, es el de Elvira, que interpretó en Esperando la Carroza.
La película, estrenada el 6 de mayo de 1985, se convirtió en un clásico del cine grotesco rioplatense. Con dirección de Alejandro Doria, y un elenco que compartió con Antonio Gasalla, Luis Brandoni, Betiana Blum, Mónica Villa, Julio de Grazia, Juan Manuel Tenuta, Andrea Tenuta, Lidia Catalano, Enrique Pinti y Darío Grandinetti, entre otros, la película tuvo un éxito moderado en cuanto a los espectadores, debido a la mala fama que le hizo la crítica de la época. Sin embargo, con el correr del tiempo se convirtió en un filme de culto.
Esperando la carroza logra niveles sorprendentes de audiencia cuando se transmite por televisión, y los diálogos de la película han impuesto latiguillos y expresiones que se han incorporado al acervo popular argentino, por ejemplo, el famoso "yo hago puchero, ella hace puchero, yo hago ravioles, ella hace ravioles", de China Zorrilla.
En diálogo con Teleshow, Betiana Blum, quien interpretó a Nora en la histórica película, recordó a la actriz uruguaya: "Fue una compañera absolutamente generosa. El día anterior a empezar a grabar me trajeron el vestido que me iba a poner y la verdad que no me quedaba bien. Al día siguiente me acordé que había visto en una vidriera un vestido, un trajecito, que es el que uso en la película. A la noche llegamos y por suerte estaba abierto. Me quedó pintado, pero solo había rojo. Y la China estaba de rojo".
"Cuando Doria le dijo 'mirá, nos pasa esto', ella respondió: 'Ah, bueno, ningún problema. Yo me pongo el vestido azul y cuando veo que ella está de rojo, me cambio y me pongo de rojo también'. Así que lo solucionó y, aparte, le dio un sentido, ¿no? Porque sabiendo esto, si ves la película, vas a ver que en un momento yo le toco el vestido como diciendo 'te cambiaste'", recordó la actriz, que actualmente protagoniza No a la guita, en el teatro Multitabaris.
Y mencionó otra "perlita" de la grabación: "La escena en la que Mónica Villa (quien interpretó a Susana) deschava adelante de la China que yo era infiel con el marido de ella fue muy difícil y divertida. Hicimos propuestas y Doria las aceptó. Fue muy lindo y divertida hacerla".
Por su parte, Luis Brandoni (quien se puso en la piel de Antonio en el filme) definió a la actriz uruguaya como "una persona muy grata y empática", con quien ha vivido "momentos muy divertidos".
"Un día en el año 72 viajamos a Montevideo a un aniversario del teatro El Galpón a colaborar para un festival. Fallaron algunos actores que habían prometido ir y quedó un poco corto lo que se había programado. Pero, bueno, ella dijo: 'Dejame que yo voy a hablar con la gente'. Y, por supuesto, hizo 45 minutos de charla, la gente se murió de risa. Esa era una de las características salientes y extraordinarias de la China".
Durante la filmación de Esperando la Carroza, los actores pasaban el tiempo entre dos casas, ubicadas una enfrente de la otra: la de Echenagucía 1232, donde se desarrollaron la mayor parte de las escenas, y otra de enfrente, que la producción alquiló para el maquillaje de los actores y los cambios de vestuario. A pocos metros, en Echenagucía 1255, está la terraza desde la que Mamá Cora (Antonio Gasalla) observó su propio velorio y se le cayó una pava mientras regaba las plantas y cuidaba al hijo de Dominga (Cecilia Rossetto).
Tras el estreno, el personaje de Mamá Cora se volvió popular rápidamente y siguió siendo interpretado durante muchos años por Antonio Gasalla en el programa de Susana Giménez. Hace unos años, también estuvo en algunas emisiones de Showmatch, cuando el actor formaba parte del jurado del Bailando.
Producción: Nicolas Spalek
Edición: Augusto Fornaciari
Redacción: Pablo Riggio
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