(Video: "El Tigre Verón", El Trece)
Tras el doloroso momento que tuvo que atravesar Miguel El Tigre Verón en el capítulo anterior, el sindicalista descubre el cuerpo del supuesto asesino de Juando (Esteban Masturini) colgado de un árbol y de algún modo, encuentra cierta paz: quien le quitó la vida de su hijo ha muerto en su ley.
La causa se caratula como suicidio. Pero la fiscal Lorena Raimundi (Muriel Santa Ana) sospecha de la temprana intervención de Verón en la escena del crimen y lo pone a la cabeza de su lista de "principales implicados".
En una nueva reunión de la "mesa chica" del sindicato, Verón hace saber que existe un traidor en sus filas. Y jurará no cejar en su afán de desenmascararlo. Por eso, invita a su casa a almorzar a su contador para interrogarlo y que le de antecedentes de Marcos El Tano Di Cesare, que a la vez en su yerno porque tiene una relación con su hija Justina (Sofía Gala).
Su mirada para nada es equivoca porque El Tano desde hace un tiempo le informa de todos los movimientos del sindicalista a Antonio El Chaqueño Morán (Manuel Callau), principal rival en el mundo patronal de El Tigre.
De todas formas, Miguel pasa sus días, entre la depresión y la tristeza por la muerte de su hijo. Y no para de recordarlo. Su tarea al frente del sindicato sufre fracturas, pero su persona de confianza lo alienta a seguir adelante. Su ex mujer está depresiva, mientras que su actual lo apoya en todo momento y le dice que puede contar con su apoyo incondicional.
Mientras tanto, la vida de Fabito (Miguel Antonio Caponi) parece derrumbarse. Su padre finalmente descubre el taller de confección de ropa clandestino y se ve obligado a desmantelarlo. Además, su mujer ya no tolera sus continuas ausencias y decide no darle más oportunidades.
El rodaje de los doce episodios se realizó íntegramente en locaciones exteriores, en distintos puntos de la capital y también de la provincia de Buenos Aires.
Miguel El Tigre Verón es un experimentado sindicalista, al frente de la UTCA (Unión de Trabajadores de la Carne), un gremio fuerte que ha consolidado su personería gracias a la capacidad de negociación de su líder. Pero lo suyo no es el diálogo ni la conciliación. Todo es presión, imposición y obligación. Su enorme poder, hasta ahora inquebrantable, amedrenta a aquellos empresarios que osan tomar medidas que perjudiquen a sus miles de afiliados. Cuando "El Tigre" interviene en un conflicto, el resultado siempre es favorable para los trabajadores.
Miguel no solo tiene enemigos externos, como el Chaqueño Morán (Callau), su histórico rival en el mundo patronal. Su sindicato es terreno de pujas internas por parte de adversarios que ansían quedarse con su puesto de poder. Las elecciones se avecinan y El Tripa Delfino es un candidato firme, que puede hacer mella a su (hasta ahora) indiscutida continuidad.
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