Torcuato seduce al juez Iturbide (Video: ATAV, El Trece)
Llegó el día de la gran revancha en Argentina, Tierra de Amor y Venganza, por el Trece. En la gala de bienvenida en la que Benjamín Vicuña, en la piel de Torcuato Ferreyra, se apresta a convertirse en miembro del prestigioso Jockey Club, Albert Baró en su rol de Bruno Salvat aprovecha para desenmascararlo frente a todos los presentes, contando su verdadera historia y dejando en evidencia todos los delitos de los que viene siendo protagonista.
Entonces, acorralado por las circunstancias, Vicuña decide acudir al juez Gustavo Iturbide, encarnado por Ernesto Larresse, en busca de ayuda. Y, al ver que éste está dispuesto a consolarlo y darle una mano, accede a un juego de seducción que culmina en un apasionado beso entre ambos.
"Muchas gracias de recibirme, Gustavo", le dice Vicuña en la piel de Ferreyra. "Torcuato, no me sorprende que me haya llamado. Yo sigo impactado por todo lo que ha pasado, me imagino cómo debe estar usted", le responde preocupado Larresse, en su rol de juez.
"Estoy desesperado. Lo que hizo ese canalla no tiene nombre…Las injurias, las calumnias, las infamias…¿Es posible venir al Jockey y decir una cosa así? ¿Difamar a un hombre de bien?", se cuestiona Vicuña.
"¿Usted lo conoce?", le pregunta entonces Larrese. "Sí, Bruno Salvat. Un catalán revolucionario, un muerto de hambre que tuve la mala suerte de cruzarme. Un delincuente, un inmoral…", le dice Vicuña.
Al escuchar esto, Larrese le asegura: "Entonces no hay de qué preocuparse. Miré: es muy fácil echar a rodar acusaciones así, al aire. Pero después hay que probarlas". "Ojalá, Dios lo escuche", le dice Vicuña. Y, llorando, agrega: "Pero estoy destrozado, estoy hecho polvo".
Intentando tranquilizarlo, Larresse lo abraza y le dice: "Tranquilo, no se preocupe". "Nunca en mi vida tuve miedo", le responde Vicuña. Y, después, tomándole la mano, le pregunta: "¿Usted me cree, verdad?". "Sí, claro que sí", le responde el hombre. "¿No me va a dejar nunca solo?", insiste el personaje de Torcuato Ferreyra. "No, claro que no", le asegura el juez.
En ese momento, ambos se toman las manos y se las tocan con los labios, pero lo que en principio parecía ser sólo un pacto de caballeros termina con un apasionado beso.
Para entonces, Delfina Chaves, en su papel de Lucía Morel, ya le había dicho a Vicuña que iba a dejarlo por otro amor, pero éste le había dado una versión absolutamente distinta de los hechos. Así que se queda confundida, en la casa, intentando comunicarse con Baró y sin saber lo que estaba haciendo en ese momento su esposo.
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