La llegada de Cristian Moco-Toto Ferro-a la cárcel vino a marcar la cancha y a la grieta entre el grupo liderado por los hermanos Borges y el de la "sub 21" que se sintió traicionada por Diosito y Mario luego del fin del "reinado" del Sapo en la temporada dos.
El imperio de los Borges está en juego y la pieza clave es Moco que cuenta con el aval del poder de su padre quien compró su tranquilidad dentro del penal al ofrecerle a los "capos del penal" no sólo plata sino la libertad de los hermanos más poderosos del penal. Mientras Moco intenta entender cómo es el mundo de la cárcel, también lo hacemos los espectadores. Sí, una vez más. Porque las reglas se van escribiendo sobre la marcha en cada cosa que sucede en el penal. Y va a ser este personaje la clave para terminar de romper el orden y el equilibro entre estos dos grupos dentro del penal.
Antín (Gerardo Romano), el director de la cárcel, continúa en su rol de sacar provecho de cada una de las situaciones que se le aparecen y con los Borges de aliados, les abre el grifo para el agua corra sin miedo a que nada grave suceda.
Podríamos asegurar que la violencia extrema se apoderó de esta tercera temporada. Es ese tipo de violencia que miramos con los ojos tapados pero que nos atrae al extremo de empezar a separar los dedos que nos cubren el rostro para consumir al menos un poco esas escenas tan cruentas que nos ofrece El Marginal.
Los límites entre lo que podemos y queremos ver se diluyen, y los espectadores de la serie de Underground nos sumamos a esta tormenta de sentimientos encontrados. Cada vez más sórdido, más sangriento y más imprevisible que nos lleva hasta una incomodidad que nos gusta.
(Video: El Marginal 3, la TV Pública)
La aparición de Luna (Maite Lanata) aquella adolescente que tuvieron secuestrada los Borges durante la primera temporada que era hija de un juez, vino a oficiar como una conexión perfecta con el hilo argumental de El Marginal. Recordemos que cronológicamente, la primera temporada sería la última. La historia de amor que surgirá entre Luna y Cristian, traerá un poco de aire puro en un ambiente lleno de violencia extrema. Y seguramente sea el espacio donde este "niño bien" se sincera y pueda expresar sus miedos más profundos.
El Pantera (Nacho Sureda) es tal vez uno de los personajes que mejor transmite el extremo del sometimiento y la violencia. Convertido en un "esclavo" de los Borges en esta temporada, tuvo en este episodio un encuentro metafísico con El Sapo (Roly Serrano) que lo incita a que se rebele luego de que le inyectan anfetaminas para seguir peleando en las luchas por apuestas que siempre gana.
El Marginal presenta un mundo donde los malos y los buenos quedan todos en un mismo manojo dentro del penal. Nadie está a salvo, ninguno es inocente y el miedo continuo a morir hace que cada convicto esté siempre en alerta. ¿Quién es el verdadero enemigo? Por momentos son los miembros del otro bando pero muchas son ellos mismos, es su conciencia que no deja vivir y es la marginalidad que los atraviesa en cada uno de los momentos que viven en San Onofre.
(Video: El Marginal 3, La TV Pública)
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