La insólita anécdota de Maju Lozano en la fiesta de casamiento de Valeria Mazza: "¡No me querían dejar entrar!"

La conductora fue testigo de la boda de la modelo, pero el personal de seguridad de la fiesta no le quiso permitir el ingreso al evento

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(Video: "La Noche de Mirtha" – El Trece)

Maju Lozano es amiga de Valeria Mazza desde su infancia en Paraná, y a pesar de la fama y el paso de los años la relación permanece intacta. Todo lo contrario: cuando la modelo se casó con Alejandro Gravier eligió a la conductora para ser testigo.

Era mayo de 1998 y Mazza ya era una famosa supermodelo. El casamiento tuvo una cobertura mediática casi sin precedentes: ella bajó de un helicóptero, caminó por una alfombra roja y después realizó un gran festejo en el Golf Club de Bella Vista. Sin embargo, la situación de Maju era muy distinta: todavía no trabajaba en los medios y su rostro no era conocido.

Invitada al programa La Noche de Mirtha, el sábado pasado, la conductora de Todas las tardes (por El Nueve) y el ciclo radial El Club del Moro (por La 100) contó que no la dejaban entrar a la fiesta del casamiento.

"¡No me querían dejar pasar por pobre!", dijo entre risas Maju al comienzo de la anécdota. "Fue en una época mía de mucha malaria, todo prestado", contó.

En ese sentido, recordó cómo se las rebuscaba para ganar un sueldo: "Trabajaba de camarera en un club y en un boliche a la noche. La verdad que lo que yo había podido conseguir para ir al casamiento era un remise, un 504 marrón destrozado".

Según su relato, el personal de seguridad que estaba trabajando en la fiesta de casamiento de Mazza pensó que era "una testigo de casamiento trucha" y que se quería colar en el evento exclusivo sin invitación.

"No tenía guita y Valeria se casó re lejos, en una cosa de golf… Ella llegó en helicóptero y yo en un 504. Había mucha diferencia económica. Y bueno, no me dejaban entrar porque llegué en ese auto y fue como: 'Uy, la testigo trucha'", contó la conductora, con su característico sentido del humor.

De todas formas, gracias a la modelo la situación fue resuelta y Maju pudo ingresar a la fiesta: "Yo les decía '¡soy la testigo, acá está mi documento!' Hasta que le hablé a la Rusa -así le decimos nosotras-, y al final entré".

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