(Video ShowMatch – El Trece)
Pasaron cuatro años desde la última vez que había pisado la pista más famosa del país. Sin embargo, en el regreso de Luciana Salazar al Bailando la gran protagonista no fue ella sino su hija, Matilda.
Con su ternura y simpatía, la pequeña acaparó las miradas de todos, especialmente de Marcelo Tinelli, quien le jugó un rato en el momento previo a la presentación de la actriz y conductora.
"No, me muero, qué hermosa es", afirmó el conductor apenas Luli hizo su ingreso al estudio.
Con ese magnetismo particular que tiene Marcelo con los chicos, la pequeña le tiró los brazos y durante buen rato estuvo sin inmutarse en brazos del vicepresidente de San Lorenzo.
"Desde los dos meses que me duerme, no se despierta. A veces la tengo que ir a ver porque no sé si respira, porque no hace ni 'a'. Mucha suerte tuve, la verdad que Dios me bendijo con Matilda, porque es una santa", comentó la artista.
(Video ShowMatch – El Trece)
"Estoy mucho con ella. Trabajo también mucho, mi familia me ayuda, estoy muy contenta", afirmó la exultante Luciana, mientras Tinelli seguía entreteniendo a la niña con todo tipo de juegos y morisquetas.
En medio de la charla sobre la niña, Marcelo intentó sacarle el nombre de su supuesto novio, un empresario argentino que vive en Estados Unidos y que sería amigo del presidente Donald Trump.
"Mejor ese tema no lo toquemos. No sé de dónde sacan esas informaciones", afirmó entre risas mientras Noelia Antonelli daba datos acerca del presunto nuevo amor de Luciana.
"Pero, perdón, no es Martín Redrado entonces. ¿Milei no?, Espert no, Dujovne no, Caputo, no sé, tiro economistas", le dijo entre risas Tinelli, quien le regaló una cartera de juguete a Matilda, pero a la niña no le llamó tanto la atención el juguete y, en su defecto, se sintió mucho más atraída por el monitor donde ella se veía reflejada. "Le gusta la cámara como a la mamá", bromeó el conductor.
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