Un ex participante de "Cuestión de Peso", en situación crítica: "Si Dios quiere que me muera, que así sea"

Se trata de Luisito, quien entró al ciclo en 2010 y llegó a bajar 90 kg, aunque luego volvió a subir y quedó eliminado. "Estaba mal anímicamente, psicológicamente, muy perdido", agregó

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(Video: Confrontados, El Nueve)

En el 2010 llegó a Cuestión de peso uno de los personajes más polémicos y más queridos del ciclo: Luisito.

Durante su paso por el programa supo llegar a bajar 90 kg, pero luego los volvió a subir y quedó eliminado del ciclo.

Hoy, alejado de la pantalla chica y de la fama pasajera de aquél entonces, Luisito vive un momento crítico en cuanto a su enfermedad, pesando 220 kilos, en situación de calle y alejado de su familia.

Así lo explicó él mismo durante su paso por Confrontados, el ciclo que conducen Rodrigo Lussich y Carla Conte por la pantalla de El Nueve.

"Tuve muchas oportunidades y no las supe aprovechar, y a raíz de eso decidí esconderme, resguardarme. No quise pedir ayuda, me aislé totalmente del mundo, hasta de mi propia familia. Mi familia no sabía dónde estaba, mi papá estaba preocupado, mi hermano estaba preocupado, porque no quería, no soportaba las críticas. Decían este pibe tuvo un montón de oportunidades y no las supo aprovechar", reflexionó.

"En un momento decidí colgar los guantes y dije bueno, que sea lo que Dios quiera, si me tengo que morir que me muera, en un momento pensé así, porque estaba muy mal anímicamente, psicológicamente, muy perdido, mi mirada no era la misma, de a poquito fui perdiendo todo. Había perdido la esencia, entonces decidía aislarme del mundo, nadie sabía nada", agregó al respecto.

"Decidí hacer algo por mí, me interné ahí en el hogar, es un hogar que trabaja el tema de adicciones para las drogas, y yo tenía además de la obesidad el vicio del juego. Yo fui tapando un vicio con otro vicio, que es el juego, y eso me llevó a estar en ese lugar, a reflexionar", explicó el ex participante, quien actualmente vive en hogar Cristo San José, que de alguna forma lo rescató de la calle.

"Le pedí a Dios que si existía me tirara una señal, hacete conocer, y pasó una camioneta a los chapazos, me saludó, pegó la vuelta y nos fundimos en un abrazo. Yo siempre esperaba que alguien viniera y me rescatara", dijo sobre el reencuentro con su amigo Retutu (Gastón), ex compañero de Cuestión de Peso y quien lo está ayudando en esta etapa de su vida.

"Fui a un hospital hace un año atrás, del Gobierno de la Ciudad, y no tenían aparatos, ni siquiera el aparato para medirte la presión. Yo no quiero indagar mucho ahí porque no me corresponde, que se hagan cargo los que se tienen que hacer cargo", recordó, para luego referirse al motor principal que lo impulsa a superar su obesidad.

"Mi viejo es el sostén de mi vida, por eso estoy acá, es lo que me sigue manteniendo con vida a mí hoy en día. Le quiero regalar ese regalo, que él me vea como una persona normal", afirmó con la voz entrecortada por la emoción.

Luisito, ex participante de “Cuestión
Luisito, ex participante de “Cuestión de Peso”

"A mí me ayudaron en su momento, pero de a poco me fueron soltando la mano. Estando dentro del programa decidí buscar una ayuda extra a lo que es la clínica y me dejaron de atender", se sinceró con respecto a su paso por el popular ciclo televisivo.

"Yo entro por primera vez entro el 8 de diciembre del 2010, primero hacían un segmento que se llamaba Argentina adelgaza, que iban por los pueblitos. Me vieron y me dijeron que si conseguía un lugar donde quedarme podía formar parte de Cuestión de Peso", comentó sobre sus comienzos en el mismo.

(Video: Luisito en "Cuestión de peso", El Trece)

"Viví en una pensión en el barrio de Monserrat, y de ahí pasé a la casa de un compañero y después fui alquilando", agregó al respecto.

"Hoy peso 220, 218, mi peso máximo fue 239, que fue hace tres meses, cuando me fui de mi casa. No podía hacer nada, ni atarme los cordones", contó sobre su realidad.

"Yo no quería hacer eso con mi familia, porque estaba enfermo yo y enfermaba a mis hermanos, a mi mamá", sentenció, para luego concluir con un mensaje de fe y esperanza.

"Estoy bien, necesito que alguien se haga cargo de mi salud. Si me tengo que internar cuatro meses, cinco meses, lo que se necesario, y si estoy apto para operarme hacerlo", concluyó.

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