"Me descubrieron un cáncer de colon hace 10 meses. Voy por la décima quimioterapia, me faltan dos más", dijo Beatriz Salomón en una entrevista telefónica con Fabián Doman en el programa Nosotros a la mañana.
La actriz, que realiza un tratamiento en el hospital Fernández, reapareció públicamente en el cumpleaños número 18 de una de sus hijas. Y aprovechó para revelar su cuadro de salud, que mantuvo oculto durante meses para proteger a sus dos herederas, Betina y Noelia.
"Es un trance muy duro de llevar. Este tratamiento de quimioterapia te mata las células malas y también las buenas. Perdí la masa muscular, perdí la melena maravillosa que tenía. Bajé de peso. Esos son detalles porque después se recupera. Yo quiero sanarme", agregó.
(Video: Nosotros a la mañana, El Trece)
Incluso, por su débil estado la ex vedette tuvo un accidente y se fisuró la cadera: "Se te debilitan los huesos, por eso yo me caí en el mismo hospital. Yo me he caído 20 veces en mí vida, pero nunca pasó nada. Una noche se me desprendió el suero, se cayó en el piso, yo estaba descalza y me resbalé".
Salomón entendió que parte de su sanación estaba relacionado con el perdón y decidió retomar su vínculo con Alberto Ferriols, el padre de sus hijas: "Por mi enfermedad dejé de cumplir con algunas funciones. Hubo un acercamiento (con Ferriols) para que se ocupe de las cosas que yo ya no puedo hacer. Lo está haciendo muy bien. Vino a casa después de 15 años. Charló con mis hijas muy paternalmente. Les ha hecho muy bien a ellas".
Cabe recordar que ella se divorció del cirujano, a raíz de un escándalo que se generó cuando a él le realizaron una cámara oculta en la intimidad de su consultorio en el programa Punto Doc. Desde hace años, lleva adelante un juicio contra quienes realizaron ese programa con su abogada Ana Rosenfeld.
"Yo lo perdoné, lo hecho hecho está. De todos modos, estos años puse mi libido en ellas dos y he logrado tener dos hijas maravillosas", aseguró Beatriz. "Me dolió mucho lo que pasó, hace 15 años que estoy en juicio. Hay que perdonar. Cuando pasó esto yo sentí que algo se salió de mi cuerpo, la bronca, el odio, el resentimiento y el veneno que yo tenía. Ahora estoy un poco mejor", agregó.
De esta manera, aseguró que este escándalo consumió su matrimonio, le causó mucho sufrimiento e incluso muchas puertas se le cerraron en el plano laboral. Como consecuencia, tuvo graves problemas económicos, por los que llegó a vender sus joyas y su ropa para costear sus gastos.
Dueña de un fuerte espíritu, Beatriz asegura que no bajará los brazos y que tiene muchas ganas de volver a trabajar: "Ya voy a volver a subirme a los escenarios, va a estar todo bien y me va a crecer el pelo".
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