Era su ansiado debut en la pista más famosa del país. Por eso, era lógico que Anamá Ferreira lo viviera con mucha felicidad.
Claro que la modelo y conductora transitó por todas las emociones durante su presentación, ya que pasó de conmover a todos con sus palabras por lo que significaba para ella llegar al Bailando a los 67 años a irse con un sabor amargo por tener el puntaje más bajo del certamen hasta ahora.
"No lo puedo creer. Gracias, porque los sueños, yo siempre pienso que los sueños se cumplen, y estar acá, a los 67 años, bailando, es algo que no lo puedo creer. Porque yo bailo de verdad, me siento con mucha alegría de hacerlo, porque pienso que las mujeres de mi edad que están en su casa, que piensan que a los 67 años ya no sirven para nada, tienen que bailar, salir a divertirse, pasarla bien. Y yo, después de toda una vida de trabajo acá, y que vos me des esta oportunidad no lo puedo creer. Para mí los sueños se cumplen, tengan sueños", expresó.
Sin embargo, la actriz recibió un tratamiento dispar a la hora de los puntajes, ya que mientras Marcelo Polino y Ángel de Brito defenestraron su tarea en la pista y la condenaron con un -1, Laurita les puso un 6 y Flor Peña (con el voto secreto) prometió un puntaje alto.
Claro que hasta el momento, y más allá que el BAR terminó otorgándoles un punto extra, recibieron un 5 como puntaje final, que es hasta el momento el más bajo del certamen. Eso motivó algunas quejas de parte de la participante, quien dio a entender que a otra gente sin tantas condiciones -citó concretamente a la madre de Laurita Fernández– se la medía con otra vara.
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