"Hay decisiones que se toman de a dos". Nicolás Cabré fue claro. Incluso cuando no le gusta hablar de su vida privada en los medios, el actor se refirió a la actitud que tuvo la China Suárez, quien hace unos días mostró por primera vez en cinco años la cara de Rufina, la hija que tuvieron juntos.
"Uno cuando es padre, las decisiones se toman de a dos, son decisiones que se hablan. Yo tengo, por suerte, una gran relación con la China, nos llevamos bien", aclaró el protagonista de Mi hermano es un clon, la ficción que debuta el próximo lunes en El Trece.
"A veces estamos de acuerdo, y a veces no. Pero cuando uno está separado, estas son cosas que pasan. Tenés que aprender a comunicarte, a expresarte y a escuchar. Yo lo resumo así. No todo es blanco y negro, están los grises y te tenés que apoyar en eso", continuó Cabré frente a las cámaras de Flor de tarde, el ciclo que conduce Flor de la V.
Sin dejar en claro si la decisión de mostrar la cara de Rufina fue de ambos o si su ex pareja le consultó antes de postear la foto en su cuenta de Instagram, el actor explicó: "Tenés que entender las necesidades del otro y fijarte qué es lo mejor para Rufina siempre. Después, entender y aceptar algunas cosas, por más que esté de acuerdo o no".
Por último, sostuvo la buena relación que tiene con la madre de su hija, de quien se separó hace más de cuatro años, cuando la pequeña tenía seis meses: "Tengo la suerte y la paz de llevarme súper bien con la China, poder hablarlo y no tener conflictos", concluyó Nicolás Cabré.
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