"¿A vos te lastimó mucho la traición de tu primer chico, Nicolás Cabré?". Después de una introducción en la que le aclaró que su pregunta se sustentaba porque la conoce desde chica y por el cariño que tiene con su madre, Moria Casán sorprendió a Florencia Torrente al consultarle sobre su relación con el actor, con quien estuvo en pareja durante tres años.
Florencia tenía 16 cuando se puso de novia con Cabré y 19 cuando se separó. Recién comenzaba su carrera en los medios y fue su primera relación pública. "Vos habías quedado bastante herida", sugirió la conductora interina de Intrusos porque dos meses después de la ruptura, el actor se mostró con Soledad Fandiño.
Después de un show de caras y visiblemente sorprendida por el tema que Moria sacó a la luz, Florencia se animó a responder sobre la enseñanza que le dejó aquel vínculo. "Es como cualquier relación. La primera relación duele muchísimo, porque es la primera en todo y uno desconoce y no sabe cómo manejarse", explicó.
"Hay cosas que te suceden cuando es la primera vez y no te suceden después después porque uno aprende", agregó, y reconoció: "Sí, bueno, separarse siempre es difícil".
La modelo también aclaró que no lo volvió a ver ni se lo cruzó porque no tiene gente en común. "¡Tengo 30 años!", exclamó cuando siguieron preguntando sobre el protagonista de Mi hermano es un clon, la ficción que protagonizará en El Trece junto a Gimena Accardi y Flor Vigna.
El actor hizo varios personajes, pero gran parte de su carrera la hizo en ficciones de Pol-ka, la productora de Adrián Suar, quien fuera el marido de Araceli González. Marina Calabró le dio la oportunidad de derribar el mito de que a Torrente le molestaba que el ex marido de su madre siguiera contratando a Cabré, a pesar de saber lo que ella sufrió.
"Cero. Nada que ver", fue la contundente respuesta de Florencia, quien además intentó cortar el tema. "No me detengo en eso. Para mí se terminó y punto".
En 2008, cuando Nicolás y Florencia ya se habían separado, Araceli González hizo fuertes declaraciones contra su ex yerno. "Flor sufrió mucho y era muy jovencita. Pero tanto yo, como mamá, y toda mi familia estuvimos muy cerca de ella. Flor manejó su dolor con mucha privacidad. No tuvo una actitud especulativa. Lloró en silencio", dijo en ese entonces.
"Yo me preocupo por mi hija. Me ocupé de ella, la escuché llorar y ese es el dolor más grande que puede sentir una mamá. Cabré dejó de existir. Sólo persistía su existencia si estaba con mi hija. Después de lo que sucedió, automáticamente dejó de existir en mi vida. No me interesó más ni me interesa ahora. Quien provoca dolor a mis hijos, para mí pierden existencia", agregó la actriz sobre la relación de su hija.
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