"Avancen al punto de encuentro los que creen que hay vida en otro planeta", dijo Andy Kusnetzoff conductor de PH, Podemos Hablar. Segura de sí misma, Patricia Sosa dio su testimonio sobrenatural sobre una experiencia en el Cerro Uritorco.
"El planeta vendría a ser un plano físico. Yo creo que hay muchos seres en otros planos, los vi. Fui con Contactados Solidarios, que se dedican a llevar poca cantidad de gente a centros de energía y hacer que esas luces aparezcan, que no son platos voladores -aclaró-, son luces muy grandes, que las ves y te saludan, te demuestran manifestaciones, se ponen más chicas, más grandes… Y además es como que ellos te registran para siempre".
"Escalamos durante hora y media una montaña a eso de las 12 de la noche hasta que llegamos como a un balcón natural: en un momento una señora me dijo: 'Están llegando dos naves de luz por la izquierda'. Imaginate las caras nuestras, porque vimos en el horizonte dos puntitos que al segundo estaban arriba de la copa de los árboles, como en forma de hornalla", contó.
"Primero te da vértigo, eso no se mueve y está al lado tuyo. Son seres de luz que cuando quieren se corporizan. Yo no los veo, pero soy contactada. Subimos a esa montaña y atrás estaba el Uritorco. En un momento la señora que decía unos mantras me preguntó si quería cantar", relató.
Todos en el programa de Telefe la escuchaban atentamente: "Yo había compuesto una canción que se llama Luces. Esas luces que nos acompañaban se apagaron. Termina la canción diciendo 'esa luz es un regalo de Dios' y atrás del Uritorco se puso como de neón y salieron como veinte naves y se pusieron en el precipicio como si quince autos prendieran los focos. Me puse a llorar. Por suerte estaba con mis amigas que pueden corroborar esto, fue un festival de bienvenida absoluta".
"En el escenario me pasó de estar cantando y tener una luz en el cielo y de repente un asistente me hizo una seña como para que mire para arriba. Entonces saludo y hay como una manifestación que se hace más grande. O me pasó de estar cantando y sentir que no tenía tapa en la cabeza y cuando abro los ojos le veo el aura a algunas personas, y que me salía una luz".
"Tuve una revelación. No me salía la luz -y se toca la cabeza-, entraba y me hicieron dar cuenta de que yo era un canal; entraba la luz, tocaba las cuerdas vocales y se me empezaron a caer las lágrimas. Empecé a darme cuenta de que había personas con más luz que otras en el escenario", cerró ante un silencio absoluto de los otros invitados.
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